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MANUEL GARCÍA
Viernes, 29 de agosto 2014, 00:51
La consellera de Educación, María José Catalá, se mostró contraria a las acusaciones lanzadas desde centros educativos como el IES Rei en Jaume de Alzira, cuya dirección denunció que podría haber «riesgos para la salud» por las elevadas temperaturas que se pueden registrar en las aulas, tanto durante el pasado mes de julio como durante el inicio del curso, previsto para la primera semana de septiembre.
Catalá recordó que el inicio del curso se ha adelantado «cuatro o cinco días en infantil y unos diez en secundaria» y añadió que no creía que eso supusiera un cambio sustancial en cuanto a los riesgos laborales.
Justificó este adelanto en el inicio del curso universitario y en las Pruebas de Acceso a la Universidad «por una normativa estatal» y afirmó que el mismo será «beneficioso para los alumnos». Respecto a la cercanía este año entre el final de curso y las pruebas de recuperación, que han pasado de septiembre a julio, señaló que esta situación sólo se dará este año, en un curso que definió como «de transición», pero no ocurrirá así en 2015, cuando el curso finalice con anterioridad.
Y es que, según denunciaron desde el centro educativo, la realización de actividades docentes en pleno verano, debido a las altas temperaturas que se alcanzan en la Comunitat Valenciana, podrían tener «riesgos para la salud de los 30 alumnos y su profesor en sus respectivas aulas», riesgos que «no se han tenido en cuenta», denunciaron en un comunicado.
El claustro de profesores y el consejo escolar del Instituto Rei en Jaume de Alzira pidió a la Conselleria de Educación que retirara la resolución del pasado 20 de mayo por el que se fijaba el calendario del curso académico 2014-2015 «si no la acompaña de una planificación temporal racional del curso y de un acondicionamiento de los centros con las medidas necesarias para soportar los rigores del verano y para que la actividad docente se produzca en el ambiente idóneo».
Recordaron que el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud que deben cumplir los lugares de trabajo, e indica explícitamente que la temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre los 17 y los 27 grados centígrados mientras que la temperatura de los locales donde se realicen trabajos ligeros estará comprendida entre los 14 y los 25.
Explicaron también que la decisión de cambiar los exámenes extraordinarios de septiembre a julio fue «responsabilidad exclusiva de las autoridades administrativas y políticas de la Conselleria de Educación, quienes, en ningún momento han pedido opinión a los claustros de profesores ni a los consejos escolares de los centros».
El hecho de que se avancen los exámenes a julio y el inicio del curso al próximo 3 de septiembre también lo calificaron como «un error pedagógico si la medida no va acompañada de la necesaria planificación de días lectivos y fiestas escolares como en Europa, a la que dicen querer equipararnos. Así, por ejemplo, en Francia, tras siete semanas de clase, los alumnos disfrutan de dos semanas de vacaciones escolares. La Comunidad Valenciana, por el contrario, será la única en toda España que tendrá cuatro meses seguidos de clase (de septiembre a diciembre), sin otro periodo de descanso que no sean los fines de semana o alguna fiesta puntual».
Por otra parte, la consellera aprovechó su visita a Carcaixent para atender las reivindicaciones de mejoras en centros educativos de la ciudad, como la reparación del sistema de calefacción en un colegio u otras mejoras de cara a que el curso comience con normalidad a partir de la próxima semana tanto en infantil y primaria como en secundaria.
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