El alcalde de Alzira defiende su postura ante la denuncia de acoso al remarcar la situación laboral especial de los ediles

«La situación de los concejales es muy diferente a la del resto de trabajadores municipales porque no dependen de nadie, tienen una adscripción política pero son independientes, no están supervisados laboralmente por otros». Con estas palabras, el alcalde de Alzira, Alfons Domínguez, responde a las críticas vertidas por UCIN y la concejal Mar Chordá sobre la falta de contundencia del Consistorio ante la denuncia presentada por acoso laboral y sexual de esta última contra su compañero de partido y también concejal muncipal, Enrique Montalvá.

El alcalde de Alzira explica que Función Pública les dijo que no se podría aplicar el protocolo de acoso del Ayuntamiento al tratarse de un caso entre dos ediles. Además, cuando Chordá presentó una petición a la Comisión de Igualdad «la remitimos de immediato a Fiscalía porque nos lo dijeron los consultores y juristas. Más salvaguarda de su honorabilidad que ir a la Fiscalía...», añade Domínguez.

El alcalde se ha querido mantener neutral ante esta denuncia señalando que ambos tienen que demostrar los hechos. Cabe recordar que Mar Chordá denunció a Enrique Montalvá después de que se le fueran retiradas las competencias como edil del equipo de gobierno por «pérdida de confianza».

Por otra parte, Alfons Domínguez niega conocer el intento del exasesor de UCIn, Antonio Pelayo, de romper el pacto de gobierno entre Compromís, PSPV y UCIN como han confirmado representantes de estas dos últimas formaciones que recibieron ofertas para aliarse con el PP y ostentar la alcaldía.

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