A. Talavera
Alzira
Martes, 16 de enero 2024, 11:11
La calle Mayor de Almussafes está cortada a la circulación desde el 8 de enero ya que el Consistorio de Almussafes ha iniciado el proyecto de asfaltado de la mencionada vía pública. Las obras, presupuestadas en 110.104 euros y financiadas con cargo al Plan de Inversiones de la Diputación de Valencia 2022-2023, se encuentran en la recta final, por lo que está previsto que la calle esté en optimas condiciones para la circulación a finales de esta semana.
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En la actualidad, ha concluido el fresado y posterior colocación de la nueva capa asfáltica de la vía y desde el lunes día 15 se está procediendo a la imprimación de la pintura vial horizontal de toda la zona de actuación.
El alcalde, Toni González, y la concejal de Urbanismo, Davinia Calatayud, visitaron, la pasada semana, la calle Mayor de Almussafes para supervisar el desarrollo del proyecto de asfaltado de la misma y su continuidad por un tramo de la calle Valencia y Metge Bosch, emprendido el pasado día 8 de enero con el objetivo de solucionar el considerable número de baches, desperfectos y agrietamientos detectados, fruto de la alta densidad de circulación que transita diariamente por la zona.
Desde el inicio de las obras, la vía pública está cortada al tráfico, por lo que durante el periodo estimado de ejecución de las obras, el Ayuntamiento de Almussafes ha establecido rutas alternativas de circulación tanto para los vehículos particulares como para las líneas de autobuses escolares y regular.
«Las vías públicas requieren una constante labor de conservación para evitar accidentes, hacer más confortable la circulación y también disponer de espacios comunes en buenas condiciones a nivel estético y en este caso la intervención es esencial, dado que la calle Mayor recibe una gran cantidad de vehículos a diario, además de tratarse de la vía de paso de los autobuses, tanto escolares el de la línea diaria de ida y vuelta a Valencia y a Alzira», explica la concejal de Urbanismo, Davinia Calatayud.
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Como medida de seguridad, previamente al comienzo de la obra se señalizó convenientemente la zona afectada con la colocación de señales informativas de peligro y de delimitación de las obras, así como las señales para el corte y desvío del tráfico.
Para la correcta ejecución de la intervención urbanística, que incluye 8.800 metros cuadrados de superficie a asfaltar, la empresa adjudicataria procedió al barrido y limpieza del ámbito de actuación, junto con la retirada de señales de tráfico, bolardos, papeleras, maceteros y contenedores emplazados en la misma.
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El siguiente paso completado ha sido el riego de adherencia con un compuesto elaborado con una emulsión asfáltica sobre mezcla bituminosa. Finalmente, los operarios han aplicado la nueva capa de aglomerado asfáltico, ajustando el mismo al nivel de las rigolas y manteniendo las pendientes preexistentes, así como el enrasado de algunas trapas de alcantarillado, previamente hundidas, para su adecuación al nivel del asfalto.
«Lógicamente durante el período de intervención urbanística se generan inconvenientes como consecuencia del corte al tráfico, aunque con la culminación de la obra los beneficios son enormes al dejar una vía segura y en perfectas condiciones para la seguridad de vehículos y peatones», concluye Calatayud.
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