Diseño de cómo quedará la zona del claustro del exconvento. LP

Los arquitectos del proyecto del Centro Raimon de Xàtiva cifran en 8,8 millones de euros la ejecución

El diseño para transformar el exconvento de Santa Clara en Centro Cultural tendrá que contar con el visto bueno de Patrimonio

B.G.

Xàtiva

Miércoles, 12 de abril 2023, 17:35

Año y medio después de darse a conocer el proyecto ganador del concurso para el Centro Raimon y Annalisa de Actividades Culturales (CRAC) de Xàtivas, 'Paraula i Cant', el equipo de arquitectos ha entregado el proyecto básico de intervención para la transformación del Real Monasterio de Santa Clara para convertirla en la nueva infraestructura que albergará el legado del cantautor setabense.

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Partiendo del anteproyecto dado a conocer en octubre de 2021 y después de los trabajos de excavación arqueológica y comprobaciones estructurales, de revestimientos, cubiertas pertinentes, los arquitectos redactores Ramón Esteve y Carlos Campos estiman un presupuesto de 8.860.923,07 euros para su ejecución.

Esta actuación contará con la financiación compartida por parte de la Generalitat Valenciana, la Diputación de Valencia y el Ayuntamiento de Xàtiva, a razón de 3 millones de euros cada institución, aproximadamente.

A partir de ahora, el Ayuntamiento deberá aprobar este proyecto básico. Acto seguido, se deberá obtener la conformidad por parte de la Dirección General de Patrimonio, al tratarse de un Bien de Interés Cultural protegido.

Los siguientes pasos hasta la licitación de las obras son la redacción del proyecto de ejecución y los subsiguientes trámites de aprobación y conformidad de Patrimonio.

Así será el CRAC

La idea de poner en valor los elementos históricos ya existentes coordinándolos con los nuevos se mantiene con respecto al anteproyecto. Así, aunque el edificio ocupa una superficie aproximada de 6.000 metros cuadrados, el proyecto plantea la conservación de los volúmenes existentes en los cuerpos sur y este como base de la intervención, que deberán ser adecuados para el uso funcional como centro cultural. Las salas de uso más restringido se dejarán en la cota superior.

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El acceso se prevé por la calle Montcada. Para ello se propone conservar la fachada, restaurando los elementos que actualmente la singularizan, como puertas, ventanas y celosías, e incorporando aquellos elementos que puedan existir bajo los revestimientos actuales, como contrafuertes de los arcos de la iglesia o jambeados.

La zona de acceso al complejo cultural dispone de vestíbulo y zona de atención al público, junto a la tienda, en un ámbito común y espacio de administración. Por lo que se refiere al auditorio, proyectado en la antigua iglesia, se propone la neutralización cromática de sus revestimientos, dejando como argumento arquitectónico principal el volumen y configuración barroca de este espacio.

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Este tratamiento se extiende también al coro alto, conservando los restos de algunos de los elementos de su anterior decoración, principalmente pavimentos cerámicos, nichos y sillería.

El espacio interno de las capillas se panelará para asegurar una buena acústica de la sala. El nivel superior del coro se plantea como sala de ensayos. El antiguo refectorio y cocina se plantean como sala de exposición permanente, ya que, por su configuración en diferentes ámbitos, se adapta bien al material expositivo.

En la zona donde estaba la antigua cocina del convento se propone eliminar las compartimentaciones no históricas. Con ello se pretende ganar la visualización de elementos tan singulares como la escalera hexagonal de estilo renacentista, situada en el vértice del espacio de la cocina, así como un arco ojival de grandes dimensiones.

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Por otra parte, en el antiguo dormitorio y claustro alto se encuentra una sala de gran dimensión y altura que se propone como espacio de exposición temporal, dada su diafanidad que permite distintas configuraciones. Este espacio conecta con el cuerpo de nueva construcción del complejo, sobre el deambulatorio sur y se destinará a archivo y sala de consulta.

El claustro vinculará el CRAC con los espacios verdes de Xàtiva, como pieza de articulación del sistema verde de la Alameda, Selgas, Glorieta y jardín de la Paz con el centro histórico.

Se propone una adaptación del claustro original, evocando las características históricas del espacio, con respeto a la vegetación existente de interés botánico e instalando estanques, zonas ajardinadas y fuentes.

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La restauración de la luna del claustro permite incorporar aquellos restos de los elementos que originalmente tuvo este espacio libre, como parte de la exposición del propio edificio. Una cafetería completará la dotación de este enclave.

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