Carcaixent quiere borrar los mensajes de odio de sus calles

Mensajes de odio, discriminación, machismo y racismo. Durante muchos meses los vecinos de Carcaixent han visto como sus calles se llenaban de pintadas con estos peligrosos lemas. 'Feminismo=cáncer', 'rojos a la cuneta, 'LGTBI= Sida', 'moros no' o cientos de esvásticas son algunos de los grafitis que han ensuciado las paredes e indignado a mucho vecinos que se han unido para acabar con esta situación.

La problemática comenzó en 2017 con la proliferación de este tipo de pintadas fascistas. Ante el gran volumen de garabatos y frases ofensivas, vecinos se unieron para eliminarlas. Hasta el momento de la pandemia, más de 700 fueron borradas para que las calles de Carcaixent estuvieran libres de mensajes de odio.

Pero además tanto los vecinos como el Ayuntamiento iniciaron un proceso judicial para buscar al responsable de este delito. Tras años de investigación y trámites judiciales, el pasado mes de junio de este mismo año el acusado, un vecino de la localidad, fue condenado por la Audiencia Provincial a dos años de prisión por realizar más de 400 pintadas tipo grafitis con simbología nazi en diferentes fachadas. Aunque en principio se le acusaba de más de 700, finalmente fue condenado por unas 400 ya que otras fueron borradas o no se pudo comprobar su autoría.

Sin embargo, pese al inicio de este proceso han seguido apareciendo más pintadas nazis en la ciudad. Esto ha provocado que el grupo de acusación popular de Carcaixent haya decidido emprender otro proceso y ha presentado una querella donde constan 203 nuevas pintadas. A falta de que se concluya la investigación, los querellantes creen que podrían haber sido realizados por la misma persona ya que el trazo es muy similar a los anteriores.

La Fiscalía tendrá que recoger todos los datos y se ha solicitado a la Policía Local de Carcaixent informe caligráfico para confirmar si estos graffitis son obra del mismo autor ya condenado u de otro y también para saber si están en bienes públicos o privados para que los afectados puedan sumarse a la causa judicial.

Gracias a campañas de micromecenazgo este grupo de carcaixentins han podido personarse como acusación popular y seguir luchando para sacar de las calles de su ciudad la intolerancia.

En el anterior proceso no se consideraron los hechos como delito de odio y por ello ahora los miembros de la acusación popular quieren que se tenga en cuenta esta tipificación ya que «servirá para darle más importancia y no normalizar este tipo de mensajes».

La acusación popular de Carcaixent recuerda que la intención de estos procesos judiciales no ha sido que el condenado vaya a prisión si no que buscan que se repare el daño y que se conciencie sobre la gravedad de este tipo de mensajes.

Cabe recordar que la Audiencia Provincial ha obligado al acusado a pagar una multa de 1.890 euros y 14.116 euros en concepto de responsabilidad civil por los diversos daños ocasionados en mobiliario público y privado. También le ha impuesto una pena de 2 años de cárcel que podrá evitar siempre y cuando borre todas las pintadas, realice un curso de igualdad y no discriminación, lleve a cabo nuevo meses de trabajo en beneficio a la comunidad y no vuelva a delinquir en los próximos 3 años. Unas obligaciones que todavía no han comenzado a ejecutarse.

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