La carretera nacional en Favara se convertirá en una calle con terrazas para los bares

La variante entre Cullera y Favara, la A-38, que se puso en servicio en septiembre ha servido para acabar con uno de los peores puntos negros de la red viaria española que afectaba a la N-332 pero también para pacificar el tráfico en Favara. Esta pequeña localidad de la Ribera Baixa se divide en dos por culpa de esta carretera y ahora con la reducción drástica del tráfico se plantean soluciones para convertir la antigua nacional en una calle más del pueblo.

Así lo han comunicado desde el Ayuntamiento al Ministerio de Transportes quien es el competente para actuar en este tipo de carreteras. «Queremos reconvertirla en una calle con terrazas para los bares y así hacerlos más atractivos», explica la alcaldesa de Favara, Oro Azorín.

Y es que a ambos lados de la nacional se sitúan la mayoría de establecimientos hosteleros de la localidad que durante muchos años han aprovechado el tráfico de esta vía, sobre todo, el paso de camiones para atraer a clientes. Ahora se busca una alternativa a este tipo de clientela que se ha reducido por el nuevo desvío.

En diciembre el consistorio de Favara presentó su propuesta de transformación de la antigua N-332 al ministerio que fue bien aceptada y «creemos que se puede ejecutar más rápido de lo que esperábamos«, adelanta Azorín ya que los responsables vieron viable el proyecto y se espera que durante este año comience a llevarse a cabo.

En la Ribera Baixa Favara no es el único municipio pendiente de transformar la nacional 332 en parte del entramado urbano. Desde hace años el Ayuntamiento de Sueca busca un acuerdo con Fomento para convertir esta carretera en un bulevar y así unificar toda la ciudad.

Aunque con la nueva variante los vecinos de Favara han dado un paso para mejorar su calidad de vida y la seguridad todavía queda pendiente resolver los problemas que genera la CV-510 que atraviesa la localidad.

En este caso la disputa con la Diputación de Valencia, propietaria de esta vía, se centra en el punto donde enlazarla. El municipio quiere que vaya paralela a la AP-7 para que no afecta a ninguna calle pero la Diputación aboga porque la comarcal transcurra por una de las calles alejadas para no atravesar el municipio.