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A. Talavera
Alzira
Martes, 2 de mayo 2023, 13:22
Las farolas de las ciudades y las redes sociales están repletas de anuncios de personas que buscan a sus mascotas perdidas. Perros, gatos o agapornis que han desaparecido y que dejan un gran vacío en sus dueños. Detrás de cada uno de estos anuncios hay una historia de desesperación pero también esperanza por recuperar a su mascota.
La de Elena y Jack es una de estas historias. Jack es un caniche toy que desapareció en la madrugada del 16 de abril cuando iba de paseo con un familiar de sus dueños. El pequeño perro salió corriendo por el Mareny Blau, en Sueca, y le perdieron la pista. Al día siguiente más personas hicieron una batida por este término ya que habían visto que se había podido esconder por los campos. Sin embargo, no encontraron ningún rastro del caniche.
Elena, su dueña, comenzó a llenar de carteles toda la zona de la costa suecana y a preguntar en todos los establecimientos. Así pudo descubrir que había sido visto por la zona del Mareny de Barraquetes. Horas y horas se pasaron junto a su familia recorriendo los campos y gritando el nombre de Jack. Pero nada.
Otra pista les llevó a los alrededores del conocido horno de la Beata Inés, en el término de Cullera, ya que un barrandero lo había visto por allí. Una nueva batida por toda esta área que volvió a acabar sin resultados satisfactorios. «Es muy duro. No sabemos si alguien se lo ha llevado o dónde puede estar», explica muy afectada Elena que no ceja en su empeño de dar con su Jack. Y es que este animal forma parte de su familia desde hace dos años y tanto ella como su marido y sus hijos lo echan mucho de menos.
Este caniche de color crema tiene dos años y los ojos más claros de lo habitual para este tipo de perros. Su foto está por todas partes, carteles en las paredes, en redes sociales, en bares y tiendas. Incluso se ofrece una recompensa de mil euros para conseguir dar con Jack.
Sin embargo, no se ha conseguido ninguna pista fiable y sí muchas llamadas de personas que intentan aprovecharse de la desesperación de la familia de este pequeño perro. Después de estas semanas temen que haya podido ser cogido por una persona para venderlo debido a que es una raza bastante cotizada. Pero no pierden la esperanza y cada día renuevan los anuncios y preguntan para ver si alguien ha podido ver a Jack.
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