Ecologistas presentan una queja al Síndic de Greuges por el elevado ruido de las motos en Alzira

La contaminación acústica es un problema que afecta, sobre todo, a las grandes ciudades. En Alzira, vecinos y organizaciones se han quejado por las molestias que provoca el ruido de las motos modificadas que pasen de forma continúa por algunos lugares de la ciudad.

La organización ecologista La Ribera en Bici ha presentado una queja al Síndic de Greuges y ha iniciado una campaña de recogida de firmas para que el Ayuntamiento de Alzira aplique la ordenanza reguladora en esta materia "como es su obligación y controle definitivamente los vehículos ruidosos que los vecinos puedan vivir en paz".

Y es que esta organización considera que ni las autoridades y ni la Policía Local "han hecho absolutamente nada para controlar ni siquiera las motos con resonador" ya que se han presentado varios escritos para abordar este tema sin que hayan obtenido respuesta.

Desde el Ayuntamiento de Alzira reconocen que este tipo de vehículos pueden ser molestos pero aseguran que "se está aplicando el mismo sistema de control que en otras ciudades más grandes como Valencia. Se hace todo lo que se puede", señala la concejal de Seguridad, Sara Garés.

En concreto, desde 2019 se han llevado a cabo más de cien controles, incidiendo en las zonas de avenidas anchas donde estas motos causan más molestias, y se ha multado a los jóvenes que no tenían la ITV en regla.

Uno de los puntos donde más quejas se producen por el ruido de las motos es en la zona de Tulell, en la avenida Gran Vía Comunitat Valenciana. El PP de Alzira presentó una moción para denunciar que en esta zona se estaban celebrando carreras ilegales de motos. Un aspecto que negaron desde el Ayuntamiento ya que no existía público y el ruido se debía a la circulación normal de este tipo de vehículos que en esta zona es más elevado al tratarse de una avenida recta y a las afueras de la ciudad.

Los vecinos de la zona explican que desde que hay toque de queda este problema se ha reducido ya que las molestias por el ruido de las motocicletas se producía a altas horas de la madrugada. Sin embargo, siguen existiendo otras situaciones que pueden ser peligrosas. "Pasan muy rápido y pueden provocar accidentes. Se debería poner alguna cámara de seguridad", comenta Eva, una residente de la zona. Y es que a los vecinos también les preocupa que esta avenida donde hay pocos edificios es utilizada por los jóvenes como lugar de reunión causando, a veces, desperfectos en el mobiliario urbano.

"Entran también en el párking y rompen los extintores y tiran botellas. Creo que debería haber más control en esta zona", añade María José. Los vecinos coinciden en que se debería mejorar la seguridad en la zona para evitar acciones incívicas y accidentes por la velocidad de los vehículos.