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Fachada del Bar La Plaza, que vuelve a abrir sus puertas. LP
Una familia de Palma de Mallorca se queda con el bar de Millares

Una familia de Palma de Mallorca se queda con el bar de Millares

El propietario del establecimiento anunció por redes sociales que buscaba arrendatario y recibió centenares de llamadas

B. González

Millares

Miércoles, 29 de marzo 2023, 10:59

El Bar la Plaza de Millares ya tiene nuevos gerentes. Tras la avalancha de llamadas recibidas por el propietario que anunció que buscaba arrendatario para que el establecimiento, uno de los tres existentes en este pequeño pueblo de la Canal de Navarrés, no cerrara sus puertas, finalmente será una familia de Palma de Mallorca la que ha decidido trasladarse a casi 400 kilómetros, Mediterráneo por medio incluido, y hacerse cargo del negocio.

La familia cumple con los requisitos establecidos por los propietarios: tener experiencia en el sector, que le guste la naturaleza y como plus tener hijos en edad escolar, que tanta falta hace al colegio para evitar su cierre.

Marcos Pinzó y Sandra Sintes, junto a sus dos hijos de 3 y 5 años, son los nuevos vecinos de Millares. Querían salir de Mallorca, cambiar de aires, y se encontraron con el anuncio en las redes. Llamaron quedaron con David Sánchez, el propietario; les gustó el municipio y las condiciones y a principios de este mes cerraron el acuerdo.

«Llevamos once años teniendo negocio de hostelería, pero la situación en Palma de Mallorca se ha vuelto insostenible. El alquiler y los precios muy elevados y queríamos salir de allí. Aquí hemos tenido muy buena acogida. Nos han dado muchos ánimos y creemos que es el mejor lugar para criar a nuestros hijos, porque aunque es pequeño, el pueblo tiene de todo», subraya Marcos.

Enseguida trasladado el mobiliario que tenían en propiedad del negocio que hasta ahora regentaban, aunque el bar se alquila con todo el mobiliario y maquinaria necesaria, así como los de su vivienda.

Esta familia ha sido la adjudicataria de otra de las viviendas que el Ayuntamiento puso a disposición de familias que se instalaran en el pueblo con hijos. «Le he dicho al alcalde que como mínimo, de aquí no nos echa al menos en una década», asegura Marcos.

La idea es que el negocio esté funcionando para esta Semana Santa. Aún están cerrando temas de su vida en Palma de Mallorca y esperan estar a finales de semana y contar con que los proveedores les lleven lo necesario para aprovechar una de las épocas que más turismo atrae a esta comarca.

De hecho, hasta pusieron un anuncio buscando trabajadores de apoyo. «Ya han llamado varias personas y este viernes haremos las entrevistas». Un cambio total de vida que Marcos y su familia acogen con ilusión y futuro.

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