Muchas fiestas de la comarca mantienen una tensa espera con la suspensión al fondo

La situación de confinamiento que ha provocado la suspensión o, por el momento el aplazamiento, de un buen número de celebraciones festivas, se cierne como una sombra amenazante para otros eventos multitudinarios en la comarca de la Ribera que, en un principio, no estaban temerosos de verse afectados pero que, ahora, con la situación actual, observan cómo las hojas del calendario avanzan peligrosamente.

Las Fallas y la Semana Santa fueron las dos primera celebraciones importantes afectadas tras el Estado de Alarma decretado el 14 de marzo.

En el caso de la celebración religiosa ya se sabe que la misma está siendo íntima, desde los domicilios y en ocasiones usando las redes sociales por parte de las parroquias. Por lo que respecta a la fiesta más valenciana, y en el caso de la ciudad de Alzira, las comisiones tienen marcado en rojo el próximo lunes 27 de abril. Esa es la fecha tope que se ha puesto para decidir qué hacer. Sobre la mesa también podrían estar otras opciones como la llevada a cabo por Carlet, donde se ha decidido potenciar la celebración de un Mig Any con mayor envergadura que pudiera incluir la quema de una falla, aunque fuera de dimensiones más modestas, para revivir el espíritu fallero. Desde el Consistorio alcireño también se espera con impaciencia el paso de las fechas para decidir qué hacer con las fiestas de Sant Bernat, previstas para mediados de julio.

También en pleno verano, en la ciudad de Cullera, el festival Medusa atrae a miles de personas, por lo que no se podría celebrar en el caso de que siguiera en pie alguna restricción. El alcalde de la ciudad, Jordi Mayor, confía en que todo haya mejorado para entonces.

En Algemesí también se mira el calendario con cierto temor para ver qué ocurre con su Setmana de Bous de septiembre. La subasta, prevista para el pasado 28 de marzo, tuvo que cancelarse. La alcaldesa de la localidad, Marta Trenzano, mostró su preocupación ante la posibilidad de que la situación no haya mejorado. El principal problema para Trenzano es si el evento podrá celebrarse o si todavía habrá restricciones en cuanto a las reuniones multitudinarias de personas. De lo que no duda la máxima autoridad municipal es de la respuesta de la ciudadanía. Recordó que en 2008, en plena crisis económica, la Setmana se celebró pese a todo, por lo que confía en que se celebre. Antes de esta Setmana de eventos taurinos y musicales también hay otros pendientes como la Fira de Sant Onofre, en junio, que podrían aplazarse o suspenderse.

Debido a los momentos de incertidumbre provocados por la pandemia global por Covid-19 y el confinamiento que estamos cumpliendo para contenerla, el Ayuntamiento de Almussafes se ha visto obligado a tomar ya una «decisión responsable» respecto a sus Fiestas Patronales. El ejecutivo local, dirigido por el alcalde, Toni González, y la concejala delegada de Fiestas, Mar Albuixech, ha decidido anunciar ya la cancelación de las Fiestas, la inauguración oficial de las cuales estaba prevista para el 20 de junio.

Además, la crisis del Covid-19 se lleva también por delante la Fira y Festes de Sant Joan y Sant Pere de Alberic. El ejecutivo local dirigido por Toño Carratalá desde la alcaldía y por Isabel Beta en la Concejalía de Fiestas y Carmen Humanes en la Juventud ha decidido anunciar ya la suspensión.

Asimismo, la localidad de Fontanars dels Alforins acaba de suspender de forma temporal la organización de sus fiestas de Moros y Cristianos. La medida ha sido anunciada hace unas horas por la Comisión de Fiestas, la cual, y muy a su pesar, afirma «que esperarán a la finalización del estado de alarma para valorar la celebración o no» en el caso de que fuera posible.alarma para valorar la celebración o no» en el caso de que fuera posible.