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a. talavera
Jueves, 27 de agosto 2020, 18:06
Cada vez son más frecuentes los episodios de lluvias torrenciales que provocan inundaciones en zonas sensibles como la comarca de la Ribera. A la falta de las infraestructuras necesarias para contener las riadas que siguen pendientes desde hace años se suma otro problema, el aumento del caudal del río Júcar por la suelta de aguas desde el pantano de Bellús.
Este incremento provoca la alerta en la zona baja del río por los posibles desbordamientos. Ante este hecho, alcaldes de la Ribera han solicitado a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que se aporte mayor información en los momentos de suelta para poder prevenir los efectos.
"Nos avisan de la suelta pero necesitamos información de calidad para saber cómo nos afectará ya que nosotros no somos técnicos", explica el alcalde de Carcaixent, Paco Salom. Este tema se expuso en la última reunión que tuvieron las autoridades de Carcaixent y Alzira con la CHJ.
Los responsables de estas ciudades señalan que la información que se aporta en la actualidad de las sueltas es muy genérica y difícil de interpretar por lo que piden a la entidad que se explique el volumen de agua que llegará a través de comparativas con otras experiencias ya vividas.
Durante los temporales y con el cauce del río Júcar en niveles bastante altos, los municipios de la Ribera tienen que soportar la llegada del agua que el embalse de Bellús suelta procedente del Albaida. Una suelta necesaria ya que la presa cuenta con una restricciones de llenado.
Desde la CHJ recuerdan que "los caudales de suelta son siempre inferiores a los que produciría la avenida".
El motivo por el que el volumen máximo real de este embalse es de 29 hectómetros cúbicos es que una mayor capacidad supone afección a las infraestructuras que hay en su vaso, como vías ferroviarias o una subestación. La Confederación asegura que "se está gestionando la supresión o bien la gestión" de estas infraestructuras para ampliar su capacidad. En el caso del ferrocarril existe una línea de trabajo con Adif para buscar una solución pero este otoño la suelta de aguas continuará igual.
En Tavernes sigue pendiente el muro vegetal para proteger el municipio de las crecidas del río Vaca. El coste es de un millón de euros y se prevé que comiencen el primer trimestre de 2021, aunque aún no se han adjudicado, se espera que en unos "meses", según el edil Josep Llàcer. La actuación prevé crear motas de arena, cubiertas de vegetación y miradores para impedir que el agua del Vaca llegue al Vergeret, zona que se ha inundado en los últimos temporales.
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