«La gente perdió mucho, se nota que no hay alegría»

Periódicos, revistas, libretas, libros... todo quedó a merced del agua y el barro en la Papereria Gimeval. Uno de los muchos negocios de l'Alcúdia que la dana arrasó en octubre. Desde el primer momento, su propietaria, María Victoria Amat, intentó recuperarse para volver a abrir las puertas de este establecimiento familiar pero resalta que todo ha cambiado desde entonces.

«La gente lo ha perdido casi todo y se nota que no hay alegría. Aquí muchas familias viven de l campo y está todo devastado, se han quedado sin ingresos», comenta María Victoria mientas muestra que hace tan sólo unos días comenzó a reparar algunos pilares al recibir una de las ayudas.

El agua en esta papelería de la calle Jaime Roig ya empezó a entrar a primera hora de la mañana del inolvidable 29 de octubre. En un primer momento caía de una de las bajantes del techo por lo que comenzaron a tapar todo lo que pudieron con plásticos. Pero fue por la tarde cuando llegó la gran riada. «Vimos que el agua venía por la calle y bajamos y pudimos subir los ordenadores, el resto no pensamos que fuera a pillarlo», recuerda esta mujer de 63 años.

Pero esta riada fue histórica y el agua y el barro del Magro llenó todo el local, dejando inservible mucho material tanto de la tienda como del almacén. «Se nos ocurrió poner toallas en la puerta pero aquello era imparable», añade María Victoria.

Los días siguientes a la tragedia fueron de intentar ver que se podía salvar y de tirar, por desgracia, muchas cosas. «Todavía voy sacando algunas que quedan en el almacén y que siguen mojadas», comenta y muestra como ha puesto dos palets para subir el material en caso de una nueva crecida del río.

Desde el día 11 de noviembre, esta imprenta y quiosco que es uno de los negocios longevos de l'Alcúdia, reabrió sus puertas tras el desastre y pese a que la situación económica en el municipio es complicada espera seguir adelante muchos años más y recuperarse del duro golpe.

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