Alcalde de El Palomar

Jordi Vila: «El transporte es deficiente y el servicio sanitario ha empeorado tras la pandemia»

– Es su segundo mandato como edil de Ens Uneix, pero estuvo otros cinco como alcalde socialista ¿fue difícil dejar las siglas del PSPV?

– No porque considero que un partido está formado por personas y no por números. Yo estoy en política municipal para trabajar por los vecinos, no por unas siglas. En ese sentido, el proyecto de Ens Uneix va más conmigo que el del PSPV.

- Lleva más de 20 años como primer edil, ¿engancha está al frente del Consistorio o es que no tiene quien le releve y sigue al frente por responsabilidad?

- Sí que tengo gente que me puede relevar, pero estar al frente del Ayuntamiento tiene responsabilidad y dedicación y mucha gente no tiene esa disponibilidad. Yo tengo esa disponibilidad y las mismas ganas que hace 24 años. Voy tirando del carro y tengo iniciativas que me aprueban el resto de concejales. La política es ingrata pero, al final, el apoyo reiterado de los vecinos te compensa. Intentamos gobernar para la mayoría. Tienes altibajos de votantes, pero tener una línea política es la fuerza y el valor añadido que te hace conseguir el apoyo.

- El Palomar ha mantenido el número de habitantes en los últimos años, ¿cuál ha sido el secreto? ¿Teme que pueda producirse la despoblación como en otros municipios de la comarca?

- Eso fue lo que me decidió presentarme en 1995.No había viviendas, ni posibilidad. Muchos de mi generación tuvieron que irse fuera a vivir. En 1999, cuando ganamos, hicimos un proyecto de urbanización, que fue muy problemático porque había vecinos que no querían dejar sus terrenos. Al final, también conseguimos ayudas para no trasladar los gastos de urbanización a los vecinos y logramos hacer la nueva urbanización. En 2012 pasamos de los 499 habitantes a los 630 y desde entonces hemos aguantado. Durante el boom de la construcción vinieron promotoras y con la crisis dejaron 80 a medio terminar. Estamos intentando desbloquearlas porque pertenecen a la Sareb y ponerlas a la venta a precios asequibles.

- ¿Cómo está el pueblo en lo que a servicios se refiere?

- El transporte es deficiente porque casi no hay. Tenemos que ir a Bufali o Albaida para coger el tren. Hay un autobús una vez a la semana a Xàtiva. Desde el Ayuntamiento pusimos, como solución, un coche municipal a demanda de los vecinos, principalmente mayores, que lo soliciten para ir a citas médicas, con un trabajador que los acompaña. Desde Conselleria pusieron el transporte a demanda, pero devolvimos el dinero porque tenía más inconvenientes. Ahora, como asesor de la Diputación voy a proponer que se replantee este servicio y atender la demanda de los pequeños municipios.

El servicio sanitario, por su parte, ha empeorado tras la pandemia. Tenemos tres o cuatro días servicio y sin un horario concreto, depende de las guardias de los médicos. Antes los vecinos solicitaban cita en el mismo consultorio, ahora tienen que hacerlo por la aplicación y no se ha tenido en cuenta de que a las personas mayores les cuesta.

- ¿Cuáles son las inversiones para estos cuatro años?

- La prioridad es la reconstrucción de la Casa del Xop. Desde 2011 estamos realizando acciones, comprando solares y aunando ayudas que se destinan a este proyecto cuya inversión global asciende a 900.000 euros, pero la fiesta del Xop es la más importante del pueblo y servirá para la celebración de eventos y para que la asociación de festeros tenga un lugar de reuniones. También está la ampliación del Ayuntamiento y la climatización del Auditorio.

- Se ha apostado por el turismo como un nuevo yacimiento económico,¿cómo está yendo esa apuesta?

- La apuesta va bien, pero despacio. Ya reconstruimos el Castell de Carrícola, para lo que tuvimos que solicitar un préstamo de 80.000 euros que era la parte que tenía que aportar el Ayuntamiento de los 720.000 de la intervención, pero de lo que estamos orgullosos por lo que supone para todo el valle.

En 2013 abrimos el camping con 72 parcelas y vamos a ampliar el paraje natural Font de Sis con otros 10.000 metros cuadrados como pulmón verde y en el que plantaremos chopos. Es una zona muy utilizada tanto por los vecinos de El Palomar como de la comarca porque cuenta con todos los servicios, incluidos aseos y por los que cobramos una tasa de 2 euros por persona para que sea sostenible.

- Y el resto de sectores, como la agricultura, que ha sido la principal, ¿también se están abandonando campos?

- Por la cercanía con Albaida, la mayoría de los vecinos trabajan en la industria. Solo hay tres personas que se dedican al cien por cien a la agricultura. De nuestro pasado agrícola solo ha quedado el campo heredado que se cultiva más por entretenimiento que como forma de vida. El 50% del campo está sin cultivar. No obstante hemos realizado una inversión de 500.000 euros en el arreglo de los caminos que quedaron deteriorados por las lluvia.

- A nivel cultural, deportivo y social, ¿son los palomarenses activos?

- Somos un municipio pequeño pero tenemos muchas actividades. Contamos con dos bandas y una escuela de música. Las mujeres y los mayores realizan una actuación cada mes y la agenda cultural y festiva es muy completa.

-A quien no conozca este pueblecito de interior de Valencia, qué le diría para animarle a visitarlo?

- Que visiten nuestra página web y verán que tenemos mucho que ofrecer. Desde pasar un domingo de torrà, a pasear por el barranco o visitar el castillo... Somos un pueblo abierto. Todo el que viene se lleva una buena impresión.