Una joven de Almussafes, atrapada en el sur de Italia ante las cancelaciones del transporte

Han pasado más de dos meses del inicio de la pandemia y todavía hay españoles en diferentes países que no han podido regresar a sus casas. Es el caso de Berta Romaguera, una joven de Almussafes que estaba trabajando en una ciudad en el sur de Italia cuando el coronavirus paralizó el mundo. Desde mitad de marzo está intentando volver a Almussafes y le está resultado una misión imposible.

Hasta tres veces le han cancelado el viaje tanto por mar como por aire por lo que exige a la Embajada española que ponga medios para que tanto ella, como los cientos de españoles que se encuentran en la región, puedan regresar con garantías.

"No nos dan ninguna solución. Los pocos medios de transporte que ponen salen de la zona norte a la que es muy complicado viajar por su situación. Y los vuelos comerciales han subido mucho de precio y cuando cancelan no te reembolsan el dinero", lamenta esta joven de 22 años. Actualmente sale un barco para repatriar españoles cada dos semanas desde Génova y Milán pero "los transportes para llegar allí no funcionan con normalidad y hay que hacer noche por el camino cuando no hay hoteles", apunta.

Y es que Berta, que estaba trabajando como auxiliar de conversación en un instituto de Lecce, intentó volar el 13 de marzo pero le cancelaron el vuelo. Luego compró un billete para un barco de repatriación el 24 de marzo que salía de Roma pero cuando viajaba hacía la capital la policía la paró y le impidió seguir al estar prohibida la movilidad. El último intento lo realizó el 11 de mayo, también por mar, a través de una compañía privada que también suspendió el viaje a última hora.

"Cada vez que te cancelan es una frustración y pérdida de dinero", explica Berta que además cada vez juega el tiempo en su contra ya que le 31 de mayo se acaba su contrato de alquiler "y si no he vuelto me quedaré con una mano delante y otra detrás".

Esta joven de la Ribera se siente indignada ya que ha hablado en reiteradas ocasiones con el consulado, con la embajada y con las líneas habilitadas por el Ministerio del Exterior sin que le den una respuesta, ni ella ni a decenas de jóvenes que se encuentran en el país. "Mientras que la Embajada de Italia en España ha puesto más de 60 vuelos desde diferentes ciudades para que los italianos regresen, aquí ha sido a cuentagotas", denuncia Romaguera.

Ante esta situación, espera que las autoridades españolas en Italia pongan medios cuanto antes para ayudar a las personas que viven en el sur del país y que como ella necesitan regresar a sus casas.