Decenas de personas esperando para adquirir las sillas. LP.

Madrugones y gritos para conseguir una silla para ver la procesión del Viernes Santo en Alzira

El Ayuntamiento pone a la venta más de 2.100 asientos durante la mayor parte del recorrido

A. Talavera

Alzira

Lunes, 25 de marzo 2024, 12:14

Un año más cientos de personas han hecho cola ante la Casa Consistorial para conseguir uno de las sillas que coloca el Ayuntamiento para ver ... la procesión del Viernes Santo.

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Desde ante de las cuatro de la madrugada ya esperaban las primeras personas para adquirir uno de los 2.100 tiques que el Ayuntamiento ha puesto a la venta al precio de cinco euros. Desde ese momento, pese al frío y la lluvia de esta madrugada, no han parado de llegar vecinos pidiendo el turno para ser de los primeros en conseguir las sillas de la procesión más importante de la Semana Santa alcireña.

Poco antes de la nueve de la mañana se han abierto las puertas del ayuntamiento para que la gente se pudiera resguardar de la lluvia y se ha decidido adelantar la venta, prevista para las 9:30. Ha sido en este momento cuando la tensión se ha desatado entre algunas de las personas que esperaban desde hacía horas ya que la fila se ha diluido y se ha generado una aglomeración junto a las escaleras de la Casa Consistorial.

El temor a que gente que acababa de llegar se llevara las codiciadas sillas ha provocado incluso gritos y que un policía local y el técnico de Cultura del Ayuntamiento hayan tenido que intervenir para poner orden. Incluso, ante el malestar y la tensión que se estaba generando, se ha llegado a amenazar con cerrar la venta de las sillas si no se calmaba la situación.

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Finalmente la adquisición de tiques se ha retomado con normalidad y la cola para conseguirlos cada vez era más larga y llegaba hasta la plaça del Carbó a primera hora de la mañana.

Muchas de las personas que estaban esperando se preguntaban por qué no se pone en marcha otro sistema para la adquisición de las sillas ya que es necesario hacer muchas horas de cola para conseguirlas ya que se agotan en pocas horas. «Es la primera vez que vengo y va a ser la última, esto es una locura. He venido a las seis de la mañana y tengo delante a muchísimas personas», explicaba una joven mientras esperaba su turno.

Un posibilidad para evitar estas imágenes sería la venta online de los tiques pero muchas de las personas que acuden a por estas sillas son mayores y desconocen el funcionamiento de este sistema. Otros años, recordaban los asistentes, había un hombre que de forma particular repartía números para evitar que hubiese problemas con los turnos pero este año no ha acudido y se ha vuelto a dar la vez de forma clásica.

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