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b. gonzález
Montroi
Miércoles, 7 de octubre 2020
La muerte por atropello de una vecina de 72 años de edad hace unas semanas en la carretera CV-50 que atraviesa Montroi, ha vuelto a rebelar al municipio que desde hace más de dos décadas lleva pidiendo a la Generalitat que actúe en la vía que ha provocado ya 47 accidentes y 5 muertes.
«No queremos lamentar más muertes, por eso exigimos a Carreteras que actúen en la vía. El firme y las aceras se encuentran en muy mal estado, debido a la alta densidad de tráfico que soporta la travesía, especialmente de vehículos pesados, y la velocidad a la que circulan muchos es superior a la permitida», explica el alcalde, Manuel Blanco, quien asegura que en los últimos años son cuatro los escritos que se han remitido a Conselleria de Obras Públicas y Movilidad pidiendo una solución para lo que se ha convertido en un punto negro de la red de carreteras.
Reconoce que en lo que al tema de velocidad se refiere, instalaron unos disuasorios, «un proyecto piloto de la Politécnica, que también se implementó en otros municipios, pero que no ha dado resultado. Se trata de reductores de velocidad en forma de zig zag que los conductores suelen evadir», explica el primer edil, quien asegura que la solución sería instalar pasos elevados.
Según explican desde el consistorio, la travesía es una larga recta de medio kilómetro en la que los vehículos cogen velocidad. A eso se añade que en una de las zonas en la que la carretera divide al municipio, se ubican dos de los servicios más frecuentados por los vecinos, especialmente por las personas mayores, como son el ambulatorio y la farmacia.
Así mismo, esta carretera, que va desde Tavernes y Llíria, soporta un alto volumen de tráfico, aunque no han podido precisar cifra, porque desde Conselleria aún no les han trasladado esa información. Especialmente son camiones que se dirigen hasta el polígono de Monserrat o hacia Carlet para coger la A-7, por lo que la inseguridad con la que vive el vecindario es constante.
Desde el consistorio esperan obtener una respuesta rápida, porque el último suceso que le ha costado la vida a una de sus vecinas, está poniendo en pie de guerra al vecindario que incluso están pensando ya en movilizarse y llevar a cabo acciones para que se atiendan sus reivindicaciones.
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