a. talavera / b. gonzález
Lunes, 5 de octubre 2020, 18:08
La reducción en el caudal del río Canyoles a su paso por el municipio de Moixent este fin de semana ha destapado un importante problema de depuración de aguas que está provocando la muerte de decenas de peces. La DANA que afectó a la zona hace algo más de un año destruyó la conexión entre la fosa de decantación y una acequia donde se vertían las aguas de parte de la calle Escalinata y Casa Xato. Unas calles que no se encuentran conectadas directamente a la depuradora por lo que ahora, sin la infraestructura intermedia, se vierten las aguas domésticas al río sin pasar por un filtrado adecuado.
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"Desconocíamos este problema y lo hemos puesto en conocimiento de Seprona, Egevasa y la dirección general de Aguas para dar una solución urgente", explica el alcalde de Moixent, Guillermo Jorques. Una de las propuestas que se está barajando es instalar un sistema de bombeo para que las aguas residuales de estas calles vayan a la acometida general y de esta forma puedan depurarse antes de verterse al río Canyoles.
Fue este fin de semana cuando comenzaron a aparecer peces muertos en la zona del Pas de Llaure y Pas de Regadiu debido a que la falta de lluvias ha causado un descenso del nivel del agua del Canyoles y por tanto la concentración de aguas sucios o fecales puede ser superior.
El Ayuntamiento de Moixent recogió muestras para conocer el problema exacto en el agua de este río y están a la espera del resultado de la analítica.
Durante los últimos meses en Moixent se han llevado a cabo una gran cantidad de actuaciones para recuperar las infraestructuras dañadas por el temporal de septiembre de 2019. Ahora también se solicitará ayuda a la Generalitat para acabar con la deficiente depuración de aguas en esta parte del término, una situación que parece que lleva tiempo produciéndose pero que desde el equipo de gobierno actual han descubierto en estos momentos.
También aparecían la pasada semana decenas de peces muertos en el cauce bajo del río Serpis, en los términos de Almoines y El Real de Gandia. Pero en este caso no se trataba de un problema de contaminación, sino, como denunciaba el colectivo ambiental La Madrilla de Potries, a la bajada del caudal del agua del río, que está prácticamente seco, y solicitaba una gestión eficiente del agua del pantano de Beniarrés.
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A esta exigencia se une también la Plataforma del Serpis quien denuncia que "la mala gestión del agua vuelve a comprometer la sostenibilidad ambiental" del río. Desde el colectivo señalan a la falta de coordinación o de entendimiento entre la Confederación Hidrográfica del Júcar y la Comunidad de Regantes Riu de Alcoi.
"No es admisible que la gestión del azud d'en Carròs por parte de los regantes, así como el control del caudal del embalse y la vigilancia del dominio público hidráulico por parte de Confederación no garanticen el caudal mínimo ecológico", aseguran.
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Desde este colectivo ecologista piden a ambos responsables que expliquen las causas de lo ocurrido y "se pongan urgentemente los medios necesarios para que este tipo de situaciones no vuelvan a ocurrir".
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