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Uno de las comarcas donde más presión hay para instalar fotovoltaicas. jesús signes
Nubarrones sobre las placas solares

Nubarrones sobre las placas solares

Los proyectos de las fotovoltaicas dividen a vecinos y ayuntamientos ·

La Font, Moixent o Chiva se plantan ante las empresas por el impacto ambiental mientras que Ayora o Llombai acceden a las propuestas

B. gonzález/a. talavera

Xàtiva/Alzira

Jueves, 8 de abril 2021, 00:25

Desde que el Consell aprobara el Decreto Ley para acelerar la implantación de instalaciones de energías renovables en el territorio valenciano, son muchos los proyectos que han llegado a los ayuntamientos buscando la compatibilidad urbanística para instalar plantas fotovoltaicas.

Inversores que en algunos casos compran tierra por hasta 23.000 euros la hectárea, y en otras zonas las alquilan por 1.500 euros la hectárea al año. Precios a los que muchos agricultores no pueden resistirse ante la escasa rentabilidad de sus tierras.

Esta situación está abriendo un debate en la Comunitat y entre vecinos de cada vez más municipios. Partiendo de la idea de que todos están de acuerdo con la transición ecológica y la apuesta por las energías renovables, algunos ven con buenos ojos la llegada de estos proyectos y una oportunidad en esta industria para garantizarse una renta anual para las arcas municipales.

Otros, en cambio, rechazan el tamaño de la planta y la ubicación elegida por el negativo impacto ambiental, paisajístico y económico que supondrá para la agricultura y el turismo. Como ocurre en Chiva, donde los vecinos se han movilizado para frenar una planta de 400 hectáreas en la sierra con una potencia total de un pico de 125 megavatios. O en Terres dels Alforins, la bautizada como la Toscana valenciana, que se siente vulnerable y desprotegida y se está rebelando contra lo que tildan como agresión al paisaje y cultivos.

Y es que, si bien el Decreto Ley aprobado regula plantas de placas solares de hasta 50 megavatios, ayuntamientos como el de Moixent advierte de la picaresca de estas empresas a la hora de presentar proyectos. Según explica su alcalde, Guillermo Jorques, han recibido un proyecto dividido en dos con 49,9 megavatios cada uno y a cuyos terrenos sólo les separa un bancal. Iniciativa que está dentro de la ley, pero no deja de ser un macroproyecto.

En Terres dels Alforins hay agricultores que sí quieren vender o alquilar sus tierras menos productivas, pero el colectivo de bodegueros no quiere echar por tierra todo lo conseguido en los últimas décadas. «Aparte de que es un patrimonio, nosotros insistimos en que es de todos y es obligación de todos conservarlo para futuras generaciones. No podemos hipotecar 30 o 40 años un territorio que en el fondo no nos pertenece», asegura Miguel Velázquez de Bodega Casa Los Frailes, en Fontanars. Las noticias sobre los proyectos de las compañías de energía renovables han causado inquietud y preocupación entre ciudadanos y administraciones. Por eso, ayer se trasladó hasta la zona la secretaria autonómica de Política Territorial, Urbanismo y Paisaje, Inmaculada Orozco, para aportar tranquilidad a los máximos representantes de los tres municipios.

Orozco, junto con la directora general de Paisaje, Rosa Pardo, visitaron lugares donde hay interés en ubicar fotovoltaicas y se comprometieron a priorizar las zonas más deprimidas frente a las de riqueza paisajística, agrícola y turística. Ambas aseguraron que por muchos proyectos que se presentasen, los trámites son muy exhaustivos y que serán muy escrupulosos con la ubicación.

Compromiso y garantía

La secretaria autonómica incidió en que tienen claro que la transición a la energía ecológica no se tiene que hacer a costa de espacios que tienen unos valores y una riqueza para el pueblo valenciano. «El reto está en conciliar la necesaria transición ecológica con una economía sostenible ligada a la tierra y al turismo».

Además insistió en lo garantista del Decreto que regula plantas de menos de 50 megavatios y que no es tan sencillo que llegue la implantación masiva de plantas fotovoltaicas. A eso, la directora general añadió la aprobación en unas semanas del documento que desde hace más de un año llevan elaborando para la ordenación y gestión de los paisajes de relevancia regional de la Comunitat, en el que están incluidos los Viñedos de les Alcusses y els Alforins.

Rentabilidad

En la comarca de Utiel-Requena hay mayor predisposición a este tipo de proyectos. De hecho, según explica uno viticultor de Requena, en esta zona hay una empresa energética que ya ha adquirido 170 hectáreas y muchos viñedos arrancados.

También resaltan los beneficios de este tipo de instalaciones en Llombai. En este municipio de la comarca de la Ribera Alta una empresa se ha interesado por 400 hectáreas para ubicar una gran planta solar. «Están los beneficios ambientales al ser una energía limpia pero también hay beneficios económicos para los propietarios de las tierras y para el Ayuntamiento a través de los impuestos», destacaba el alcalde, José Forés.

En esta zona muchos de los terrenos están abandonados debido a la crisis agrícola por lo que «actualmente este tipo de proyectos son muy positivos», aseguró Forés.

Otro de los puntos donde están a favor del impacto económico de las renovables es en Ayora donde habrá varias plantas.

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