a. talavera
Miércoles, 1 de julio 2020, 18:11
El pasado mes de marzo, con el decreto del confinamiento, los vecinos de la urbanización Monte Júcar de Alberic observaron sorprendidos como algunas familias aprovecharon esta situación excepcional para ocupar ilegalmente algunos chalés vacíos de la zona. Una situación que cuatro meses después perdura y que ha creado malestar entre los residentes.
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"Otros años se había ocupado algún inmueble de forma ocasional pero lo de ahora es un escándalo, tienen la intención de quedarse para mucho tiempo", lamenta el presidente de la asociación de vecinos, Paco Bru.
En estos momentos son tres las viviendas que continúan ocupadas pero han llegado a ser unas siete desde marzo. Y es que ante las denuncias de los vecinos, la Guardia Civil y la Policía Local de Alberic han procedido en varias ocasiones a realizar cortes de luz y agua de los enganches ilegales que utilizan los moradores. De esta forma, han conseguido que algunos desistan de esta práctica y abandonen las viviendas.
Sin embargo, otros persisten en la ilegalidad. "Les cortan la luz y ellos vuelven a conectarse y como el proceso para el desenganche lleva un tiempo pues ahí siguen", explica Bru.
Chalés que algunos son de lujo y que cuentan con amplias piscinas y muchas comodidades alcanzando un precio de mercado de unos 300.000 euros. "Estas personas tienen sus casas en el pueblo", aseguran los vecinos de Monte Júcar pero han decidido ir a la urbanización a pasar el verano.
Esta situación ha creado malestar en Monte Júcar ya que señalan que desde la llegada de los okupas la delincuencia en la zona se ha incrementado. Así en estos últimos meses han robado en la casa colindante a una de las ocupadas y en otra se quemó un arbusto que provocó un incendio que afectó a la parcela de la vivienda.
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Además, "han amenazado a algunos vecinos, tienen perros sueltos y en uno de los chalés hacen fiestas en la piscina con música que se oye en media urbanización", expone el presidente de la asociación.
Desde que comenzaron las ocupaciones, se informó a las autoridades y a los bancos que son propietarios de la mayoría de viviendas vacías en la zona. Sin embargo, otra de las viviendas pertenece a una familia extranjera que acude solo en verano.
Desde la asociación de vecinos han solicitado una reunión con las autoridades y la Guardia Civil para tratar este tema que ha alterado la convivencia en esta urbanización de Alberic. Los agentes de seguridad vigilan la zona para evitar problemas pero los residentes esperan que se expulse a los okupas.
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