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a. talavera
Viernes, 5 de junio 2020, 17:57
La crisis del coronavirus ha servido para que la sociedad sea consciente de la importante labor que realizan profesionales de la sanidad o de los cuerpos de seguridad. En los municipios más pequeños han tenido un papel muy relevante los agentes de Policía Local que durante estos meses han redoblado esfuerzos para asistir todas las necesidades especiales que han surgido.
Una dura experiencia que también les ha servido a estos policías para "sentirnos más humanos, sensibles y mucho más cercanos a nuestros ciudadanos". Así lo describe el Oficial-Jefe de la Policía Local de la Pobla Llarga, Francisco López, que realiza una valoración del trabajo realizado durante estos últimos meses.
Y es que el confinamiento provocó situaciones excepcionales y complicadas en diferentes ámbitos sociales que sometieron a los policías a "una constante presión y estrés". Las tareas habituales de estos agentes se multiplicaron y tuvieron que asumir nuevas responsabilidades en el trabajo como velar por el cumplimiento del confinamiento o el control de la movilidad.
Pero lo más duro para policías locales como los de la Pobla Llarga fueron las actuaciones derivadas de las problemáticas sociales que llevan aparejadas una crisis sanitaria y económica sin precedentes como la que estamos viviendo.
"Estas problemáticas han sido objeto de intervención policial ante la inacción de otros servicios públicos o la ausencia de prestaciones", comenta López que no olvida los dramas vividos por muchas familias sin recursos o con dificultades derivadas de enfermedades.
"Hemos sido testigos de lo que el confinamiento supone para personas con adicciones o que conviven con personas que no se respetan entre ellas, que tienen problemas psiquiátricos, o aquellas para quienes dejar de trabajar supone directamente la ruina familiar", destaca el jefe de la Policía Local de la Pobla Llarga.
Muchas de estas situaciones han necesitado de la intervención de los agentes al ser ellos los que se encuentran más cercanos a la población. "Hemos trabajado en primera línea con la ciudadanía, prestando especial atención a la tercera edad, percibiendo cada día el calor de nuestros vecinos y los emotivos saludos de los niños desde los balcones", destaca Francisco López.
El jefe de la Policía Local de la Pobla Llarga también realiza una reflexión sobre el modelo policial y de servicios públicos que necesita la sociedad. "Los aprendizajes del estado de alarma deberían servirnos como guía para aplicar en el futuro", concluye
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