B. gonzález
Xàtiva
Viernes, 29 de enero 2021
Ver al anuncio de la reapertura de un establecimiento hostelero en el contexto actual general y el del sector turístico en particular, llama la atención. Es el caso del albergue municipal del pequeño municipio de Millares, en la comarca de la Canal de Navarrés. El proceso de nueva licitación para su gestión coincidió con el inicio de la pandemia, aún así, María Isabel García, la adjudicataria, y su marido, Lauren Gómez, mantuvieron la apuesta por el proyecto.
Publicidad
«Después de pensarlo y madurarlo decidimos que teníamos que seguir adelante», asegura Lauren, quien explica que a pesar de proceder de Buñol, conocían la zona y sus potencialidades en turismo rural. «Veíamos que durante los fines de semana hay muchas motos y bicicletas, gente haciendo rutas y posibilidades para realizar una gran diversidad de actividades y eso nos ha animado mucho a tomar la decisión», subraya.
Lo cierto es que el albergue ha estado cerrado un año. La anterior concesión finalizó en abril de 2020 y, debido a la crisis sanitaria, el Ayuntamiento no pudo sacar hasta el verano la licitación. Ahora, aprovechando el cierre total de la hostelería, se está aprovechando para realizar algunas actuaciones de mejora y su puesta a punto.
Los nuevos gerentes del albergue quieren poder abrirlo, junto al restaurante con el que también cuenta, en unos dos meses. Esperan que, para entonces, la situación epidemiológica haya mejorado los suficiente para que, con todas las medidas de seguridad, puedan comenzar su actividad.
Necesario para el pueblo
El alcalde, Ricardo Pérez, asegura que la apertura del albergue «es algo muy importante y necesario. Necesitamos visitantes para la actividad económica del municipio y también para su propia promoción». Pérez agradece a esta familia de Buñol su apuesta por el albergue en estos tiempos.
Publicidad
Y es que, insiste, si a Millares acuden visitantes, los otros establecimientos: la tienda, la carnicería, el horno y varios bares, también se benefician. De hecho, el primer edil recuerda que estuvieron a punto de perder el horno y uno de los bares y gracias a la apuesta de otras familias venidas de fuera, han podido seguir funcionando y dando vida al pueblo.
El albergue se encuentra a 500 metros de la población. Es un antiguo cuartel de la Guardia Civil, por lo que el edificio mantiene la estructura que la que se puede ver en muchos municipios, con dos naves unidas con un patio central. Tiene una capacidad para unas 55 camas, principalmente literas, pero se quiere acondicionar dos o tres con camas dobles o de matrimonio.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.