El pedrisco provoca pérdidas de 4 millones en las cosechas

La tormenta de pedrisco que descargó el pasado viernes sobre la comarca de La Ribera Alta provocó pérdidas superiores a los 4 millones de euros en una superficie de 2.000 hectáreas de cultivos, principalmente caquis y cítricos, según las primeras estimaciones efectuadas por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).

Según ASAJA, aunque la franja afectada fue estrena, de apenas un kilómetro de ancho, afectó a numerosos términos municipales como Benimodo, l'Alcúdia, Massalavés, Guadassuar, Alzira, Benimuslem, Alberic o Carcaixent, entre otros. Además, la piedra causó devastadores daños, con una afección media del 50% y en los peores casos hasta el 100% de la cosecha, en plena campaña de recolección de caquis y variedades tempranas de mandarinas y naranjas.

Tanto es así que, según testimonios asociados de AVA-ASAJA, la intensa tormenta destrozó campos enteros que iban a ser recogidos a partir de este martes, por lo que algunos agricultores no han llegado a recolectar nada por solo tres días, perdiendo toda la cosecha.

Desde AVA-ASAJA lamentan este contratiempo meteorológico en una temporada en la que tanto en el caqui como en los cítricos, los precios en origen son razonables debido al equilibrio entre la oferta existente y la demanda empujada por el Covid-19.

"En el caso del caqui, la piedra se convierte en la gota que colma el vaso porque viene a agravar la drástica disminución de cosecha tras los efectos de la anomalía climática en primavera y la incidencia sin precedentes de las plagas y enfermedades que se sitúa en el 50% del aforo potencial del cultivo", explican desde la asociación de productores agrícolas.

A las parcelas que alcanzan un 100% de afección, cabe sumar muchas otras con niveles de daños del 70 u 80% donde tampoco entrarán los collidors porque los costes de mano de obra no permiten compensar los ingresos previstos.

La organización agraria solicita a Agroseguro que agilicen las peritaciones para abonar las indemnizaciones oportunas, mientras que a las administraciones les reclama la puesta en marcha de medidas fiscales para paliar las pérdidas de los agricultores afectados, entre ellas una contundente rebaja de módulos de cara a la próxima declaración de la renta.