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Carla Maronda, en su casa de Xàtiva. LP

«A pesar de la adversidad, estoy aquí y voy a luchar por ser feliz»

La joven setabense Carla Maronda se adapta a su nueva vida tras perder las extremidades por culpa de una bacteria

B. González

Xàtiva

Martes, 18 de junio 2024

Carla Maronda ha vuelto a su casa, en Xàtiva, después de varios meses luchando por su vida en el hospital. Lo ha hecho sin manos ... y sin pies, pero viva. En unas horas le cambió la vida por culpa de la 'Staphylococcus aureus', una bacteria que afecta a mujeres jóvenes y a la que sobreviven sólo el 5% de las personas que la cogen. Ella, por suerte, ha sido una de ellas.

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«El médico que me salvó la vida- tuvo hasta cuatro paradas cardíacas- me dijo que había sido la paciente con menos probabilidades de vivir que lo había conseguido», asegura Carla, de hecho, dijeron a sus padres que se despidieran de ella que no iba a poder superarlo.

Pero Carla sí lo hizo, y su actitud ante este revés que le ha dado la vida, es muy positiva. Está dispuesta a salir adelante y, si puede, ayudar a personas que están en su misma situación. «A pesar de la adversidad, estoy aquí y voy a luchar por ser feliz, por volver a hacer crossfit y montar a caballo», afirma.

Deportista, estudiante y fallera

Y es que Carla es una enamorada de la hípica. Monta a caballo desde los 8 años en el Centro Hípico El Saladrar, «no he competido nunca, pero mi vida son los caballos», asegura. Este mismo lunes fue a ver a su caballo, del que se ha tenido que despedir. «Espero volver porque son mi familia».

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También ha tenido que aparcar los estudios. Es licenciada en Derecho y ahora estaba estudiando un doble máster de Derecho Marítimo y Aéreo. Su nueva situación le hace tener que aparcarlo. «Todo se hace por ordenador y tampoco puedo hacer los exámenes. No obstante la Universidad me ha dado todas las facilidades y cuando pueda volveré a retomarlo».

Además de ver truncada su vida social y su vida profesional, el día a día también supone un duro cambio. «Es duro ser dependiente, no puedo ni ducharme. Voy en silla de ruedas y me tienen que coger para acostarme», lamenta. No obstante, asegura que la llegada a su casa fue «espectacular». Su familia, sus amigos, su pareja... todos se han volcado con ella, pero después de pasar tanto tiempo en una habitación de hospital son muchos los estímulos a los que ha tenido que hacer frente y que ahora depende para todo de terceros.

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Su familia también está llevando bien la situación. No en vano la daban por perdida. «Dicen que se lo estoy poniendo muy fácil, pero es cierto que todo el trabajo es para ellos».

Le queda un largo camino de rehabilitación. «Mi cuerpo tiene que coger fuerza». Una vez recuperada físicamente y dado que, asegura, psicológicamente no necesita de momento ayuda, su objetivo es poder adaptarse a unas prótesis que le permitan retomar su vida.

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Es por ello que ha iniciado una campaña de recaudación porque «son muchas las cosas que se necesitan, de las que no te das cuenta cuando tienes manos y pies». No ya sólo la adaptación de toda la casa, sino que las prótesis que Carla necesita son las que le permitan montar a caballo o volver a practicar crossfit y «la Seguridad Social no lo cubre todo».

También quiere poner en marcha una Asociación para poder ayudar a personas que están pasando lo que ella. Ese llamamiento lo hace a través del hashtag #tusmanossonmismanos, así como de su cuenta de Instagram miss.maronda.

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Allí es donde, a pesar del poco tiempo de haberse dado de bruces con su nueva realidad, ha querido dar a conocer su historia, porque asegura que le ayuda a ella misma contarlo. Una historia que se ha hecho viral y por la que ha recibido numerosos apoyos.

«Mi vida era perfecta hasta el 23 de marzo»

Apoyo como el de otra familia. Porque como setabense y valenciana, Carla es fallera desde los dos años. Pertenece a la comisión Ferroviaria de la que fue Fallera Infantil en 2010 y quiere estar bien en este nuevo ejercicio fallero porque la fallera mayor 2025 es una de sus mejores amigas, «me gustaría acompañarla».

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Amante del deporte, de salir con sus amigos, de la vida.«Mi vida era perfecta hasta el 23 de marzo», asegura. «Mi intención es, en la medida de lo posible, retomar todo lo que me hace feliz. Hacer deporte, viajar, estar al lado de mi familia y mis amigos».

Este jueves, 20 de junio es su cumpleaños. Cumple 26 años, pero ello lo celebrará como si hubiera vuelto a nacer. «Lo celebraré doblemente, primero con mis amigos y amigas y luego con mi familia».

Operación de un quiste

Cabe recordar que todo empezó con una simple intervención ambulatoria para quitarse un quiste junto a la ingle el 23 de marzo. Todo fue bien, incluso esa misma noche se fue junto a su pareja y unos amigos a un concierto. Al día siguiente ya se encontraba mal. Tenía vómitos y diarrea. Acudió a Urgencias del Centro de Salud donde la mandaron al hospital.

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Tras realizarle unas pruebas le dijeron que tenía una bacteria que se había traspasado a la sangre y que tenía que ingresar en la UCI. No saben dónde pudo coger esta bacteria. Unas horas más tarde estaba en coma inducido y sufrió una parada cardíaca. Tuvo otras cuatro paradas más que logró superar. Pero cuando se despertó del coma, doce días después, estaba entubada, sin poder moverse y sin extremidades.

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