El ramal de la A-33 entre La Font y Villena acaba con uno de los puntos negros de la red nacional

Han tenido que pasar varias décadas para que se de solución a uno de los tramos de la red nacional de carreteras más peligrosos, el que une las localidades de La Font de la Figuera y Villena de la N-344, una vía de doble sentido, de trazado estrecho y sinuoso que soporta diariamente 15.000 vehículos, de los que el 60% son camiones, uno de los porcentajes más altos de todas las carreteras del Estado.

Todo ese tráfico se desvía a partir de ahora por la nueva A-33 que transcurre entre las comunidades autónomas de Murcia y Valencia. Ayer se abría al tráfico el ramal directo que conecta la A-33 con la A-31, dirección Valencia, de 3 kilómetros de recorrido, con tres pasos superiores, que permitirá reducir el tiempo en 2,7 minutos y una gran mejora en las condiciones de seguridad. La obra ha sido ejecutada por la empresa Acciona y ha contado con un presupuesto de 116 millones de euros.

A la puesta de servicio de esta vía asistía el ministro de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, quien recordaba que era el tercer subtramo de esta autovía el que había inaugurado en los años que lleva como ministro y subrayaba la importancia de esta vía porque supone «la mejora del Corredor Mediterráneo de mercancías», aunque también apuntaba que aún queda su finalización como es la finalización del nudo de la A-33 con la A-35, en la provincia de Valencia y el de Yecla y Murcia.

«Tenía muchas ganas de que el Ministerio recuperara su actividad y su misión de mejorar infraestructuras, facilitar el tráfico de mercancías y la conexión de las personas», aseguraba el ministro, quien asegura que su idea es «incrementar el esfuerzo en esta tierra».

Ábalos aseguraba que «es un día especial, no por la magnitud de la obra, sino por las circunstancias». Y es que recordaba que era la primera vez en tres meses y medio que volvía a Valencia, aunque por unas horas, y aprovechaba para insistir que «hemos pasado días muy malos, que hay que vivirlos», en referencia a la crisis sanitaria a la que ha tenido que hacer frente el Gobierno.

Ábalos estaba acompañado de los alcaldes de las localidades afectadas, Vicent Muñoz (La Font de la Figuera) y Fulgencio Cerdán (Villena), así como de otros municipios de ambas comarcas el presidente de la Diputación, Toni Gaspar; así como el conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, quien recordaba las vidas que se ha llevado esta vía y aprovechaba para bromear que el coste de este tramo ha contado con más inversión que todo el presupuesto de su Conselleria.

Aunque al acto no han podido asistir miembros de las corporaciones municipales de los municipios por temas de aforo, algo de lo que se quejaba Mª José Penadés, del PP de La Font de la Figuera, al considerar que se trataba de una obra realizada por el gobierno de Rajoy, sí que asistía la secretaria provincial del PSPV-PSOE, Mercedes Caballero.

Fin al paso a nivel en l'Alcúdia de Crespins

El ministro Ábalos visitaba también este martes el paso inferior bajo las vías de ferrocarril de l’Alcúdia de Crespins, ya abierto al tráfico rodado y que ha supuesto la supresión del antiguo paso a nivel de la localidad, actuación que venía reivindicando el municipio más de una década y que finalmente ha sido posible, según explicaba el alcalde, Roberto Granero, a la «colaboración y cofinanciación de las distintas administraciones», principalmente Adif, que accedió en 2015 a la modificación del proyecto inicial, que preveía una pasarela sobre la vía. La actuación se inició en 2017 y ha contado con un presupuesto de 1,7 millones de euros, realizada en cuatro fases, y que permite la conexión segura tanto para peatones como para vehículos de las dos partes del pueblo, así como con la vecina localidad de Canals por Villa Adela y el nuevo acceso en la prolongación de la Avenida 9 de Octubre. El alcalde aprovechaba para instar al ministro a que se concluya el edificio de la estación y a mejor la accesibilidad a la misma.