Un restaurante de Cullera reparte más de 2.000 menús a familias necesitadas

Los restaurantes de la Ribera han vuelto a abrir sus terrazas con el pase a fase 1 este lunes. Sin embargo, algunos establecimientos hosteleros no han apagado los fogones durante todas estas semanas y lo han hecho por una buena causa. Un ejemplo es Casa Rocher en el Mareny de Sant Llorenç que desde que se decretó el estado de alarma ha cocinado más de 2.000 menús para ayudar a los más necesitados.

"Una amiga de la oenegé Moss Solidaria me propuso hacer algo para colaborar con Cáritas y no lo dudé", explica Paco Rocher, propietario del restaurante. De esta forma, comenzaron cocinando para 20 familias de Cullera pero con el paso de las semanas estas se fueron ampliando hasta 80 a las que este restaurante proporcionaba menús de lunes a viernes.

"Mucha gente está viviendo una situación complicada, algunas de estas personas son de fuera que habían llegado ya para trabajar en la temporada de Semana Santa y verano y que se han quedado sin nada", comenta Rocher.

Desde este restaurante han salido platos calientes cada y con menús elaborados por una nutricionista, pasta, lentejas, paellas, todo cocinado con mucha dedicación.

"A mí también me ha venido muy bien porque me subía por las paredes. Lo he hecho muy a gusto y hemos trabajado junto con los voluntarios de maravilla", señala el cocinero que ha querido agradecer la labor de Mari, de Moss Solidaria, Nekane de Cáritas y a Antonio, un taxista que desinteresadamente ha realizado el reparto.

Estas comidas también han sido posibles gracias a las donaciones, unas donaciones que también han servido para entregar comida no perecedera a las familias ya que el restaurante ha tenido que acabar con los menús para prepararse para la reapertura.