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Miércoles, 19 de mayo 2021, 14:46
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) exige a la Generalitat Valenciana que destine más fondos al Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) para que pueda acelerar la búsqueda de respuestas eficaces contra las plagas y enfermedades que están situando el cultivo del caqui en el momento más difícil de su historia.
Es una de las principales reivindicaciones puestas de manifiesto por la organización agraria durante una jornada técnica que reunió ayer en Alginet a más de un centenar de productores para conocer los últimos trabajos realizados por un completo equipo de investigadores del propio IVIA, encabezado por su director Rodolfo Canet, del Servicio de Sanidad Vegetal de la Conselleria de Agricultura y del Centro de Experiencias de Cajamar.
El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, subrayó que “el caqui presenta una problemática cada vez más elevada tanto desde el punto de vista agronómico como de la rentabilidad. La incidencia récord de cotonets y moscas blancas debido a las restricciones fitosanitarias, así como el surgimiento de resistencias de la mancha foliar a los fungicidas autorizados, han disparado las mermas de cosecha al 50% en muchos campos. Si no nos dan soluciones, tendremos un problemón y el desperdicio de fruta, tan en boca de los políticos, será tremendo”.
Los investigadores del IVIA Francisco Beitia y Alejandro Tena, junto a José Vicente Bolinches del Servicio de Sanidad Vegetal, avanzaron las novedades en ensayos frente a las plagas del caqui. Las estrategias de control químico contra los cotonets con las sustancias permitidas han demostrado, en el mejor de los casos, solo un 75% de eficacia y dependen del momento de la recolección, por lo que no hay una receta única recomendada para todas las explotaciones.
La lucha biológica, por su parte, se encuentra en sus primeras fases de investigación y requiere de varios años para extraer resultados. La especie más abundante de cotonets, con una presencia del 90%, es Pseudococcus longispinus y sus ataques tienen una relación directa con las poblaciones de hormigas, las cuales se alimentan de la melaza que este cotonet ocasiona en el árbol y lo protegen al menos en el 30% de las colonias detectadas. Por ello, el IVIA también ha iniciado ensayos para evitar la subida de las hormigas a las copas de los árboles desde febrero, es decir, los inicios de la temporada.
Respecto a las enfermedades del caqui, especialmente la mancha foliar, el investigador del IVIA Antoni Vicent confirmó la expansión de resistencias al grupo de fungicidas estrobirulinas –Azoxistrobin y Piraclostrobin– y reveló que hay ensayos en curso con nuevos productos cuyo uso ya está autorizado en frutales como el manzano.
Vicent aclaró que en la presente campaña se puede controlar la mancha foliar mediante el resto de materias activas pero que en la siguiente, como la Unión Europea suprimirá el Mancozeb, el objetivo es autorizar nuevos formulados eficaces, tal como había solicitado AVA-ASAJA.
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