Almussafes declara que la empresa pública cerró 2020 con más de 30.000 euros de beneficios

La Empresa Municipal de Servicios Públicos de Almussafes (EMSPA), nacida en 2017 con el objetivo de ahorrar costes, maximizar la eficiencia de los trabajos y crear empleo entre los colectivos con mayores dificultades de inserción laboral, cerró el año 2020 con unos beneficios brutos de 38.989,35 euros, cantidad que se quedó en 32.152,31 euros una vez aplicados los correspondientes impuestos.

“Estos resultados son la prueba de que crear una entidad de estas características no era, ni mucho menos, una idea descabellada. Hemos demostrado que era posible remunicipalizar servicios manteniendo a lo largo de todo el proceso tres premisas iniciales irrenunciables: el ahorro económico, una mayor efectividad en el desarrollo de las tareas encomendadas y la creación de puestos de trabajo destinados a personas con dificultades para insertarse laboralmente”, destaca la presidenta del Consejo de Administración de la empresa y primera teniente de alcalde, Davinia Calatayud.

Las cuentas se recuperan así tras las pérdidas declaradas en el año 2019, que ascendían a 26.527,99 euros, “como consecuencia principalmente de la elevada tasa de bajas de larga duración de aproximadamente un 20% del personal”, destaca.

Hace unos días, Calatayud y el consejero delegado de la compañía, Toni Orea, se reunieron con toda la plantilla en el Centro Cultural con la finalidad de dar a conocer estos resultados. En la actualidad, el equipo está formado por un total de 35 trabajadores: 1 fontanero, 31 empleadas de limpieza y 3 profesionales en administración.

El Ayuntamiento de Almussafes comenzó el proceso para la creación de la EMPSA en 2015, cuando el pleno de la corporación municipal aprobó, con los votos a favor del equipo de gobierno (PSPV) y las abstenciones de los grupos de la oposición (Compromís y PP), iniciar el expediente para la fundación de la empresa. El proceso, que se alargó durante un año, culminó con la puesta en funcionamiento de la compañía a principios de 2017, asumiendo en un principio el servicio de limpieza de los edificios públicos.

Posteriormente, en 2018, asumió también la gestión del servicio de mantenimiento de los edificios públicos municipales. Desde entonces, la entidad se encarga, a través de una concesión con carácter indefinido, de llevar a cabo los trabajos relacionados con la fontanería, la calefacción y la climatización de estas instalaciones.

“El saldo actual es positivo y el servicio prestado por el personal durante toda la pandemia del Covid-19 excelente. Hemos sido un auténtico ejemplo en cuanto a la calidad, eficiencia y eficacia de la desinfección de colegios y edificios públicos, invirtiendo los máximos recursos en la seguridad y protección de la ciudadanía”, concluye el alcalde de Almussafes, Toni González.