Los 70 alumnos del colegio de la Barraca iniciarán el curso entre obras y sin espacio

Una actuación que estaba pendiente desde noviembre del año pasado cuando se produjeron goteras en esta zona del edificio debido a las lluvias. Esta obra urgente finalmente comenzó hace unas semanas, en agosto, y todavía está en ejecución

«No sabemos cómo van a empezar porque hay instalaciones donde no se puede acceder y no hay más espacio», comenta la presidenta de la Ampa, Amparo Blay. Y es que para reparar los desperfectos del techo parte de las instalaciones del colegio están ocupadas por material de construcción o son zonas de paso de los trabajadores, como ocurre con uno de los baños del centro.

Con este panorama se reincorporaron los maestros el día 1 pero el verdadero problema llegará el 8 cuando se tenga que recolocar a todos los alumnos en las pocas aulas que tiene el centro.

El CEIP Santa María de Aguas Vivas ya arrastra desde hace años un problema de falta de espacio por lo que tanto la comunidad educativa como el consistorio de esta entidad local menor reclama desde hace tiempo una solución.

La solución pasa por la construcción de un nuevo centro pero hasta el pasado mes de julio, el Ayuntamiento de Alzira, del que depende la Barraca de Aguas Vivas, no presentó una propuesta en un solar en la entrada del municipio.

«El edificio es muy viejo y pequeño y todos los años surgen problemas nuevos. Se han ido haciendo parches pero ya no se puede aguantar más», comentan desde la Ampa.

Ahora se está a la espera de que Alzira tramite los documentos para solicitar la incorporación de este proyecto al Pla Edificant de la Conselleria de Educación para conseguir fondos para la construcción del nuevo edificio.

«Urbanismo tiene que declarar el terreno como dotacional educativo y pedimos que se realizara de forma urgente», recuerda la alcaldesa de la Barraca, Verónica Almunia que reconoce los problemas del actual centro educativo.

Los padres y madres de los alumnos esperan que en las próximas semanas se hayan agilizado los trámites porque «no estamos dispuestos a aguantar muchos más tiempo así«, afirma la presidenta de la Ampa.