Cáritas Cullera atiende a 114 menores en un año

La pandemia ha vuelto a sacudir a una sociedad que intentaba salir de la anterior crisis económica. Muchas personas se han vuelto a ver en una situación vulnerable como muestran los datos de las asociaciones solidarias. Un ejemplo es el número de atenciones que realizan organización como Cáritas. Sólo en Cullera los voluntarios de Cáritas han atendido a 338 personas en 2021.

Los responsables de Cáritas insisten en que "como ya veníamos anunciando, la fragilidad de tantas familias que no podrían superar el embate de una nueva crisis económica se sigue mostrando claramente tras la pandemia". Quienes con mayor frecuencia solicitan la ayuda de Cáritas en Cullera siguen siendo: parejas jóvenes con hijos; mujeres solas con menores a su cargo; y personas con viviendas precarias".

A este respecto, los datos de las memorias de esta organización, así como los de otros informes de referencia, hablan del hecho de tener hijos como uno de los factores de riesgo de pobreza y constatan la realidad de las dificultades que experimentan los menores de edad que han vivido sus primeros años de vida en un hogar en situación de pobreza. Desde Cáritas son conocedores de la realidad de la Transmisión Intergeneracional de la Pobreza y por ello prestan especial atención a los 114 niños, niñas y adolescentes beneficiarios de la acción de Cáritas Cullera y trabajan para evitar que las situaciones de pobreza y exclusión se perpetúen.

A lo largo de 2021 Cáritas Cullera contó con la colaboración desinteresada de 33 personas voluntarias la mayor parte de las cuales eran mujeres. En cuanto a los recursos económicos, los fondos propios suponen el 100% de los ingresos que recibe Cáritas Cullera, que ascendieron, en 2021 a 39.098,83euros.

En lo referente a los recursos invertidos, en 2021 Cáritas invirtió 38.503,61 euros en Cullera, un 63% en cubrir necesidades básicas como alimentación, suministros, ayudas para alquiler, desahucios, pago de recibos, reparaciones en la vivienda, medicamentos o ayudas educativas.

En la perspectiva de la sociedad, los responsables de Cáritas el reto debe estar encaminado a abrir los ojos y ver la realidad tal cual es, trabajando contra la invisibilidad de las personas en situación de mayor vulnerabilidad; reconociéndolas como sujetos cuyos derechos fundamentales están siendo vulnerados y dándoles espacios donde puedan ser protagonistas de sus propios procesos vitales.

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