A. Talavera
Jueves, 28 de abril 2022, 11:48
Sorpresa y estupor cuando el pasado martes por la noche el párroco de Carcaixent José Miguel Peris descubrió que la bóveda de la ermita de San Antonio se había derrumbado. "Parecía que hubiese caído una bomba, todo destrozado y lleno de polvo", ha explicado Peris que acudió al templo tras el aviso de un vecino que había escuchado un ruido.
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Esta ermita situada en el barrio de Les Barraques y dependiente de la parroquia San Francisco de Paula y San Antonio de Padua de esta localidad, ha cerrado al culto provisionalmente ante el desprendimiento del arco de medio punto que se encuentran en la parte superior del interior del templo, entre el techo de escayola y el tejado.
La ermita, que data del siglo XVII, no presentaba hasta ahora desperfectos, ni grietas ni goteras, y la bóveda no era visible al encontrarse bajo el falso techo por lo que no se podía sospechar de daños en su estructura, según el párroco, José Miguel Peris, que da gracias de que haya ocurrido un día en que el templo estaba cerrado porque hubiera podido provocar daños serios a la feligresía.
Así, la ermita de San Antonio abría todos los lunes, para celebrar los llamados “lunes de San Nicolás” para rezar al santo momento en el que acuden una gran cantidad de vecinos, y los sábados, con la celebración de misas, y “este hecho ocurrió el martes”. Además, este pasado lunes, horas antes de que se produjera el derrumbe, la ermita había acogido la celebración de un entierro. El ruido provocado por la caída de la bóveda con parte de la talla del techo al suelo- destrozando gran parte de los bancos del templo- alertó a un vecino que inmediatamente avisó al párroco.
Un perito del seguro se ha acercado a la ermita para valorar los desperfectos que también han sido supervisados por arquitectos locales. El técnico ha determinado que la estructura no está dañada por lo que el edificio no se encuentra en riesgo. "Se ha realizado una inspección y se ha comprobado que no hay daños en la calle ni en los edificios colindantes. Ahora se tiene que estudiar los motivos", ha explicado el alcalde de Carcaixent, Paco Salom.
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Unas causas que desde la parroquia todavía desconocen. “Aún no se saben las causas, pero todo apunta a un deterioro de la estructura del tejado del templo” que hasta ahora- durante todo este tiempo no había sido rehabilitado. Además, “la talla de escayola del techo, colocada en el siglo XX, impedía ver las bóvedas que se encontraban ocultas por encima de éste y bajo el tejado de la iglesia”, ha señalado el párroco que teme que los daños serán muy cuantiosos a la vista de las consecuencias.
Las celebraciones que hasta ahora acogía la ermita, ubicada en el barrio de Les Barraques de Carcaixent, han sido trasladadas a la parroquia San Francisco de Paula y San Antonio de Padua, en donde ha sido llevada también la imagen de San Nicolás para que siga la tradición de los lunes de rezarle al santo.
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La caída de esta estructura ha causado la rotura de cinco bancos y dejar toda la cubierta al descubierto aunque no ha afectado a las imágenes que se guardan en esta ermita. El templo permanecerá cerrado hasta que se repare. "El Ayuntamiento prestará la colaboración pertinente hasta donde podamos", ha comentado el alcalde.
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