Compost gratis para los agricultores de la Ribera ante la dificultad para venderlo

Más de 20.000 toneladas de compost se generan al año en la planta de tratamientos de residuos del Consorci Ribera i Valldigna. Un abono que procede de los residuos orgánicos y que sirve para reducir al máximo los deshechos de la basura y, por tanto, los kilos de rechazo que genera esta planta que da servicio a 51 municipios.

Un material natural que sirve de abono para el campo y que está siendo regalado a los agricultores de la zona que lo necesiten. Y es que su venta es complicada debido a que el coste del transporte es superior a su valor y a cambios legislativos en otras comunidades autónomas que han afectado a la gestión que el Consorci realizaba de este compost.

Hasta hace un tiempo, este abono de "alta calidad y con un 99% de pureza", según ha explicado el presidente del Consorci Ribera-Valldigna, Salvador Montañana, se vendía a los viticultores de la plana Utiel-Requena por un precio bajo. Sin embargo, Cataluña modificó la legislación de residuos con la que obliga a deshacerse de este tipo de material. Por tanto, ahora los agricultores de Utiel-Requena cobran por quedarse con el compost catalán y se ha cerrado el mercado que tenía el Consorci.

"Al principio fue un problema porque no teníamos previsto quedarnos con el compost y se nos acumuló hasta el límite. Sin embargo, hemos iniciado la campaña para los agricultores y ha tenido buena acogida", ha señalado Montañana.

Con la primera de estas campañas ya se han repartido más de 600 toneladas de este abono orgánico que cumple con todas las especificaciones legales. Ahora, se pone en marcha la temporada de primavera que espera ser aún mejor y así dar salida a todo este material para cerrar el círculo de los residuos.

Uno de los factores que también está provocando que los agricultores opten por este abono es que los fertilizantes tradicionales están subiendo mucho su precio debido a los actuales problemas con el transporte y las consecuencias de la guerra de Ucrania.

En este caso, los interesados en el compost sólo tienen que ponerse en contacto con la planta de residuos de Guadassuar para acordar cuándo recogen el abono y se pueden llevar la cantidad que necesiten.

"Como este sistema está funcionando nos hemos planteado también que el compost esté en algunos ecoparques para acercarlo a los vecinos y evitar la contaminación", ha comentado el presidente aunque todavía no se ha puesto en marcha este servicio.

Esta iniciativa no es nueva en la planta de Guadassuar. Hace tres décadas, cuando estaban en marcha las antiguas instalaciones, ya se daba el abono a los agricultores de la zona. Un compost, el de aquel momento, de mala calidad que tenía trozos de vidrio y otros elementos, debido a que la separación no se realizaba en condiciones como las actuales.

Este hecho provocó que nadie quisiera este material en sus campos y aquella imagen todavía perdura en algunos agricultores que tienen reticencias de usar el abono orgánico para sus cultivos.

"Ahora es perfectamente válido para todo tipo de campos y sirve para reducir los costes en el campo y mejorar el estado de la tierra, disminuyendo la necesidad de agua", ha comentado el presidente del Consorci las ventajas respecto a otros abonos minerales.

Por el momento, la entidad no se plantea cobrar por este servicio ya que su producción supone un coste muy bajo, alrededor de un euro por tonelada, por lo que prefieren que los agricultores aprovechen este compost gratuito para reducir los residuos y aprovecharse de las ventajas de la reutilización.

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