El edificio emblema de la crisis inmobiliaria en Alzira, a la venta tras una década

Una gran torre de pisos solitaria en medio de decenas de solares. Ésta es la imagen que el estallido de la crisis inmobiliaria de 2008 dejó en la principal zona de expansión de Alzira, la conocida como área de Tulell.

Un edificio totalmente acabado que ahora, casi una década después de su finalización, se pone a la venta. Así lo anuncia un gran cartel en lo alto de la gran torre Atarazanas.

Tras la crisis inmobiliaria esta finca de trece alturas, de las más alta de la ciudad, pasó a manos del Sareb que a través de una inmobiliaria ha comenzado su comercialización.

En total son 78 viviendas de dos y tres viviendas que no llegaron a ponerse a la venta a principios de la década pasada ya que el mercado estaba totalmente hundido y las nuevas promociones, debido a sus elevados precios, no encontraban compradores.

Ahora estos pisos de dos y tres habitaciones se venden desde 118.000 euros a 128.000 dependiendo del tamaño.

Desde hace unos días los trabajadores han vuelto al edificio ya que quedaban por finalizar algunos detalles. Entre ellos, eliminar los bloques de hormigón que sellaban las entradas.

Y es que hace unos años, la empresa propietaria decidió tapiar los accesos a la torre ya que se habían colado algunos individuos causando daños en el interior de los pisos.

Para evitar robos y vandalismo en unos inmuebles totalmente finalizados se optó por asegurar las entradas hasta que se pusieran a la venta.

La torre Atarazanas es la tercera que se construyó en Tulell, principal zona de crecimiento urbanístico de la capital de la Ribera Alta. Los otros dos edificios se ejecutaron antes del boom inmobiliario y se vendieron poco a poco.

Sin embargo, en esta zona había proyectados decenas de rascacielos para multiplicar la población de Alzira. Unas previsiones que se truncaron y que a día de hoy siguen sin tener cabida en el actual mercado. Así, la mayoría de solares están en venta y el gran aparcamiento que se construyó bajo todo el terreno se degrada día a día.

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