El encanto de la montaña de Cullera

"No nos cansamos porque la vista siempre es diferente y nos sorprende". Éste es el motivo por el que Albina y Eima llevan más de un año descubriendo casi a diario la montaña de Cullera. Este monte de poco más de 200 metros no es el más espectacular de la geografía valenciana pero sí da la opción de disfrutar de unas panorámicas de la costa que han cautivado a estas hermanas lituanas.

Recorrer la montaña de Cullera se ha convertido en una droga para estas mujeres que comenzaron a subir por los senderos tras el confinamiento. "Primero paseábamos por la playa pero empezamos a subir para no aburrirnos" y desde entonces no han parado, explica Albina.

Comenzaron por los caminos marcados pero luego probaron otras rutas diferentes para descubrir nuevos tesoros naturales. Así varias veces a la semana y cada vez llegando más alto. "Hemos llegado a subir una altura de 65 pisos y nuestro récord está en 18 kilómetros", explica orgullosa esta mujer.

La tranquilidad que aporta estar rodeada de naturaleza y con unas vistas "maravillosos" de la bahía de Cullera hace que las dos hermanos llegadas hace años de Lituania se hayan quedado hechizadas por este punto.

Los caminos por la montaña se han convertido en un el estilo de vida ya que sirven para despejarse tras el trabajo y notar como cada día se encuentran mejor de salud. Esto las ha motivado para proponerse nuevos retos. En mayo ya preparan realizar parte del Camino de Santiago gracias a su exhaustivo entrenamiento por la colina de Cullera.

• Temas
• Cullera