El estudio de viabilidad del vertedero de Guadassuar estará listo en 2022

En este sentido también se está intentando avanzar y en las próximas semanas comenzarán las catas en el terreno del término de Guadasuar para albergar la planta de residuos. «Dos empresas realizarán los sondeos junto con un director técnico y a final de año estarán listos. Luego el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) desarrollará su informe para saber si la ubicación es viable», explica el presidente del Consorcio, Salvador Montañana.

Los terrenos de Guadassuar son la única opción que se baraja por el Consorcio ya que el resto de propuestas fueron rechazadas por los municipios afectados. En este caso, esta ubicación cuenta con la oposición del Ayuntamiento de l'Alcúdia que se encuentra muy cercano.

«El IGME es el organismo preceptivo y vinculante que al final valida este tipo de ubicaciones. Allí donde sea apta por las condiciones geológicas, la Generalitat propondrá construir estas infraestructuras«, apunta el director general de Calidad y Educación Ambiental, Joan Piquer.

Según la normativa europea, en 2035 los consorcios tienen que contar con este tipo de vertederos para depositar, como máximo, el 10% de residuos no reciclable que en el caso de Ribera-Valldigna supone unas 15.000 toneladas.

Para llegar a estas cifras mínimas de rechazos, además de la concienciación a favor del reciclaje y la separación, se han puesto en marcha las nuevas instalaciones de tratamiento de residuos que permiten reducir las fracciones no reciclables.

El Consorcio Ribera-Valldigna es uno de los que mejores datos aportan, también a nivel nacional, con un rechazo a vertedero de un 30% respecto a las toneladas que entran en sus plantas y menos del 20% teniendo la recogida selectiva de envases, cartón y vidrio.

«La Unión Europea marca el porcentaje del 20% para 2030 por lo que Ribera-Valldigna ya se está adelantando. El resto de consorcios de la Comunitat pueden ver aquí que con una voluntad clara se puede llegar a objetivos muy ambiciosos», destaca el director general.

Este es uno de los motivos que han llevado a la conselleria a organizar las jornadas técnicas de consorcios de residuos en las instalaciones de Guadassuar, para mostrar al resto de entidades los avances con los que cuenta esta área de gestión.

Otro de los objetivos a corto plazo para cumplir en materia de residuos es la implantación del quinto contenedor, el marrón de materia orgánica. La UE marca como plazo máximo para su consolidación finales de 2023.

En la Comunitat Valenciana sólo se encuentra en marcha en un 10% de los municipios. «El nivel de implantación del contenedor marrón es bajo todavía porque muchos ayuntamientos están esperando que acaben los contratos para iniciar unos nuevos. Destacan las iniciativas de Castellón, Valencia o Elche», comenta Piquer.

Para incentivar esta implantación, el Consell publicará una primera línea de ayudas el próximo mes de 20 millones de euros para ayudar a ayuntamientos y mancomunidades a poner en marcha la recogida selectiva de residuos y el contenedor marrón.