Un joven ganadero recorrerá hoy las calles de Valencia montado en uno de sus caballos para protestar por las trabas que la Conselleria de Agricultura ... y Medio Ambiente le está poniendo para poder continuar con su trabajo.
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Rubén Llata, el único ganadero trashumante del monte mediterráneo, acudirá a la Ciutat Administrativa Nou d'Octubre para registrar una solicitud de huelga de hambre que iniciará el 1 de diciembre. El motivo de esta radical protesta es que a partir de enero Llata no dispondrá de pastos para sus más de cien caballos salvajes al suprimir la conselleria el permiso que tenía en el monte de Tous.
«La huelga de hambre es la única arma que tengo y la voy a llevar hasta el final», anuncia Rubén que se mantendrá en las puertas de la conselleria hasta conseguir un lugar donde llevar a sus animales.
Este ganadero asturiano que lleva cuatro años pastando en la zona de Tous pide que se prorrogue su permiso en estos terrenos unos seis u ocho meses para poder conseguir en este tiempo un código de explotación en otro punto de la Comunitat para poder trasladar a sus caballos.
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La conselleria que dirige Mireia Mollà le comunicó al ganadero que los terrenos que ocupaba en la Ribera Alta de forma legal ya no iban a ser sacados a subasta al incluirse en un proyecto de repoblación. Con este cambio, el criador tenía sólo unos meses para abandonar estas parcelas de monte y encontrar un nuevo lugar para alimentar a los animales.
Un tiempo insuficiente ya que hasta finales de año los municipios no sacan a subasta sus pastos y luego son necesarios varios meses más para conseguir todos los permisos que le permitan trasladar a los caballos a su nueva ubicación.
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«No entiendo por qué los caballos son un impedimento para la reforestación si ellos no se comen los pinos», lamenta indignado Llata ya que en otras zonas donde se han replantado árboles se ha seguido con el pasto de animales.
En su caso, pese a las múltiples llamadas, compromisos de altos cargos y trámites realizados no ha conseguido que la administración le ofrezca una alternativa.
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Así, si en los próximos días la administración autonómica no se pone en contacto con el ganadero, éste se plantará en las puertas de la sede de la Conselleria de Agricultura, sin comer, hasta tener una solución.
La asociación AVA-ASAJA apoya la iniciativa desesperada de este joven que lleva más de ocho años ejerciendo su trabajo y que se enfrenta al momento más dura derivado de los problemas burocráticos.
Mientras en otros puntos la conselleria aboga por utilizar el ganado como herramienta de prevención de incendios, en este caso se considera que estos animales no benefician al medio ambiente por lo que los expulsa del paraje tras más de cuatro años viviendo allí en libertad.
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