23 centros educativos valencianos mantendrán el amianto hasta la construcción de sus nuevos edificios

Entre ellos, muchos centros educativos construidos durante el siglo pasado cuando era muy frecuente utilizar este fibrocemento en las cubiertas al ser un buen aislante y de bajo coste. Los estudios médicos demostraron que la exposición prolongada a este mineral tenía graves consecuencias para la salud, principalmente problemas pulmonares. De ahí que en los últimos años se esté trabajando para retirarlo de los colegios y de otras instalaciones públicas para garantizar que las estancias son seguras para alumnos y docentes.

Una labor costosa que provoca que en la Comunitat Valenciana todavía queden pendientes 39 centros educativos con este material pese a que este programa de retirada se inició por la Conselleria de Educación en 2015. De los 39 centros con fibrocemento, 23 no tienen fecha prevista para su total eliminación al depender de las obras de rehabilitación o de nuevas construcciones incluidas en el Pla Edificant.

Un ejemplo de esta situación es el IES Rei en Jaume de Alzira donde su cubierta está completamente formada por amianto. En este caso, el instituto se construyó en los años 60 y arrastra múltiples deficiencias por lo que se destacó como obra prioritaria dentro de la mejora de infraestructuras educativas valencianas. Sin embargo, diferentes problemas burocráticos han provocado que la elección de un proyecto todavía esté en tramitación y no haya fecha para iniciar sus obras.

Esto supone que todavía tendrán que pasar varios años en los que los alumnos sigan acudiendo a clase bajo los techos de amianto ya que no se va retirar este material al estar pendiente de una obra mayor.

El caso del instituto Rei en Jaume de Alzira no es aislado, otros 22 centros están en una situación similar, con obras delegadas en los ayuntamientos a través del Pla Edificant. Todas ellas tienen presupuesto asignado para que los municipios ejecuten la actuación, de hecho tres de estas actuaciones están en obras actualmente, según informan desde la Conselleria de Educación. El resto se encuentran en diferentes fases de tramitación de proyectos o de licitaciones por lo que se desconoce cuándo podrán estar totalmente libres de amianto los lugares de enseñanza.

178Centros se ha retirado el fibrocemento desde 2015

39Colegios e institutos están pendientes de su eliminación

14Centros se actuará durante este verano para acabar con este material

En otro casos las previsiones son más halagüeñas. Y es que este año Educación tiene previsto retirar el fibrocemento en 16 centros: 14 durante este próximo verano y otro en 2023, puesto que este último caso se trata de una actuación de gran envergadura que precisa de seis meses para llevarla a cabo.

Las tareas de retirada de amianto son complicadas al ser un material inestable y muy contaminante por lo que requiere profesionales especialistas y que las instalaciones no estén siendo utilizadas. De ahí a que se aprovechen los periodos no lectivos para continuar con el plan de eliminación del fibrocemento.

La otra actuación prevista por Educación está a la espera del Ayuntamiento en cuestión culmine una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana que afecta a ese centro en concreto y otorgue a conselleria la licencia de obras. En el momento que se obtenga esta autorización, se iniciará el concurso público para adjudicar las obras y ejecutarlas durante las vacaciones escolares de verano aunque se desconoce si podrá ser dentro de este año.

Desde que se puso en marcha el plan de retirada del fibrocemento por la Conselleria de Educación, en julio de 2015, se ha eliminado este material en un total de 178 centros educativos. En aquel momento, eran 217 los colegios e institutos que contaban entre sus elementos constructivos con este mineral «sin que hubiese ninguna actuación ni previsión por parte de los anteriores gobiernos del PP», recuerdan desde la administración autonómica. En aquel momento ya hacía 13 años que el Gobierno de España había prohibido la utilización del amianto y se recomendaba su retirada para resguardar la salud de los menores al ser conocidos sus graves efectos en la salud.