Participación masiva en las procesiones de Alzira

El paso lento de los 'capurrullos', acompañado del sonido de los tambores y la música de las marchas de procesión ha invadido la ciudad de Alzira. Un misticismo acompañado de la ilusión de los más pequeños que recibían los tradicionales caramelos que se entregan en la procesión del Santo Entierro de la capital de la Ribera Alta.

La Semana Santa ha vuelto a celebrarse casi con normalidad y ha sido una de las más especiales y multitudinarias. En todos los actos principales, que comenzaron el pasado Domingo de Ramos, la tónica general ha sido el gran número de participantes, tanto cofrades como público que no se ha querido perder estas celebraciones.

Una vez más, la más esperada y que ha llenado de punta a punta de la ciudad ha sido la procesión del Santo Entierro. A las seis y media de la tarde, todavía con el sol iluminando, han comenzado a desfilar las primeras andas desde la plaza de Santa María. Un desfile que se ha alargado hasta bien entrada la noche con su final en la parroquia Nuestra Señora del Lluch.

Varios kilómetros de recorrido que han estado completamente repletos de gente en las aceras. Desde primera hora de la mañana del viernes, todo el itinerario se había llenado de sillas para no perderse esta procesión en la que salen 18 las cofradías y hermandades y procesionan 23 pasos, al cual se añade el de la Junta de Hermandades y Cofradías: la Santa Cruz.

Pero no sólo la procesión del Santo Entierro ha contado con numeroso público, también los solemnes actos nocturnos que han tenido lugar el Jueves Santo y donde se expresa el dolor por la muerte de Jesús. Los toques de silencio y las antorchas han iluminado una noche muy larga y especial en la Semana Santa de Alzira, que fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en 1988.

Una de sus características diferenciadoras es la exposición de los doseles que este año han atraído a miles de personas que han esperado durante horas para ver los ganadores. Y es que el Ayuntamiento de Alzira y la Junta de Hermandades y Cofradías entrega premios a las mejores escenificaciones y este año el gran ganador ha sido el Nazareno. En segunda posición ha quedado la Santa Cena y en tercera, la Virgen de Los Dolores. Durante todo la semana se han podido visitar los doseles repartidos por locales de toda la ciudad que han tenido que abrir hasta altas horas de madrugada para permitir la entrada a todas las personas interesadas.

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