Una urbanización de Alginet asediada por los ladrones

Los vecinos de la partida Cabesols de Alginet están hartos. Desde hace meses sufren robos casi a diario en sus parcelas y casas de campo. Una situación que no cesa pese a las decenas de denuncias que han interpuesto ante la Guardia Civil.

"Se te quitan las ganas de venir porque no sabes lo que te vas a encontrar", ha comentado uno de los vecinos aunque es el sentir general de la mayoría de propietarios de esta zona de Alginet. Y es que cuando suena el teléfono y ven que es alguno de los vecinos el que llama ya se imaginan que una vez más han entrado los ladrones en su propiedad.

Ni cámaras de seguridad ni otros sistemas de vigilancia son efectivos contra estos individuos que al parecer son toxicómanos que acceden a estas casas, la mayoría deshabitadas durante el invierno, para sustraer cualquier cosa que puedan vender para comprar una dosis de droga.

De esta forma, los botines no son muy cuantiosos ya que se trata de material de campo, cables u otros enseres que no tienen excesivo valor pero sí supone un grave perjuicio para los dueños que no se sienten seguros. "Si pones alarma en la casa, cogen lo que hay en el terreno o si no simplemente entran o incluso prenden fuego a una casa de riego", ha relatado uno de los residentes de esta zona rural que se encuentra cercana al casco urbano.

Desde el Ayuntamiento de Alginet conocen esta situación y han solicitado colaboración a la Guardia Civil ya que la plantilla de la Policía Local es reducida en este municipio de la Ribera Alta. "Lamento mucho esta situación y en tiendo el malestar pero es muy difícil actuar en estas circunstancias", ha comentado el alcalde, Vicent Alemany, al tratarse de campos por los que huyen y se esconden a la llegada de los agentes.

Además, el primer edil también ha lamentado que al tratarse de robos de cantidades pequeñas, estos ladrones no llegan a ir a prisión y siguen reincidiendo lo que "desmoraliza" tanto a los afectados por los delitos como a los propios agentes.

La situación en la partida de Cabesols ha comenzado a ser insoportable para sus propietarios que ya no saben qué hacer para acabar con estos problemas. La semana pasada los ladrones entraron durante tres días consecutivos a la misma casa para llevarse las pocas pertenencias que los propietarios dejan allí.

Un toldo, una carretilla, una mula de arar son algunas de las cosas robadas que se plasman en las denuncias. Hace unos meses también sustrajeron tres gallinas mientras el dueño estaba dentro de la vivienda. A todo esto hay que sumar la reparación de los daños que provocan como la rotura de las verjas o el corte de las vallas metálicas.

Una inseguridad que tratan de mitigar con las alarmas que "suponen otro gasto más" y que tampoco son infalibles porque los ladrones también roban estas instalaciones y no les importa ser grabados.

Los propietarios de la partida Cabesols, muchos de ellos personas mayores, están cansados de no poder estar tranquilos y reclaman mayor vigilancia en la zona para disuadir a estas personas que están asediando la zona con sus robos.

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