
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ÓSCAR DE LA DUEÑA
Martes, 19 de septiembre 2023, 14:48
Muros a medio construir, socavones en suelo, grandes agujeros llenos de agua estancada y unos andenes reducidos a la mínima expresión. Ese es el aspecto que presenta la estación de Tavernes de la Valldigna. Esta parada de la Línea C1 de Cercanías (Valencia-Gandia), que da servicio a todas las poblaciones de la Valldigna y sus playas presenta una imagen más propia del viejo Oeste americano que la de un servicio de transporte del siglo XXI en España.
La situación es tan compleja que ni desde del Ayuntamiento de Tavernes saben cuál es la intención de ADIF, sólo conocen que la empresa que estaba reformando la estación quebró. Pero todo esto viene de lejos y, al parecer, la comunicación entre las administraciones es escasa o eso es lo que se desprende de lo que informan desde todas las partes implicadas. En cualquier caso, los vecinos están más que hartos y han dicho basta. Han iniciado una recogida de firmas para revertir esta situación y exigir al Ministerio de Transportes que tome cartas en el asunto y desbloquee estas obras que llevan diez meses paradas.
Hace tres años que arrancó la reforma para modernizar la estación, ampliar el recinto, crear más zonas para los viajeros, nuevos baños y un paso subterráneo. Todo con una inversión de unos 4,4 millones de euros. Pero la actuación que tenía que estar acabada en otoño de 2022 está completamente paralizada. El desespero de los usuarios es tal que se ha impulsado un grupo ciudadano para recoger firmas y obligar a ADIF y al resto de administraciones a que pongan remedio a esta situación. Es Estació Tavernes Valldigna y cuenta con páginas en Facebook e Instagram.
Todo coordinado por María Jesús Ferrer, una vecina de Tavernes cansada de ver como la estación está en estado de abandono y nadie mueve ficha por solucionarlo. La paralización de la obra ha supuesto que toda la estación está cerrada, vallada y precintada para que nadie pueda acceder. Los andenes se han reducido al máximo, ya que los elementos protectores ocupan el recinto. Toda esta situación impide que puedan acceder personas con problemas de movilidad, lo que obliga a vecinos de la Valldigna a desplazarse a Xeraco o Cullera para poder coger un tren.
De hecho, el viejo edificio, a medio ampliar, está cerrado, así como buena parte del aparcamiento, donde se estaba construyendo un paso bajo las vías. Pero lo la más llamativo y por lo que más protestan los usuarios es que no hay ni baños, no se han instalado ni los portátiles que se colocan en espacios en obras.
El servicio que tienen a su disposición los centenares de viajeros que acuden cada día es un barracón donde hay dos máquinas de venta de billetes y cuatro tornos, un espacio que se queda pequeño. No hay ni vigilantes físicos para prevenir incidentes. De hecho, en todos estos meses se han producido caídas que han requerido la presencia de efectivos sanitarios.
El hartazgo es tal que María Jesús Ferrer dijo basta el pasado mes de julio. Y lo hizo en misa. Pidió permiso al párroco de la iglesia de la playa y subió al púlpito tras la homilía y anunció una recogida de firmas para exigir a ADIF que informe en qué situación está el proceso, qué ha pasado con la empresa y que retome la actuación con carácter de urgencia.
Tras su explicación en la iglesia comenzaron a sumarse a la causa comercios de la playa y de Tavernes, que tenían hojas para que la gente firmara y ya llevan más de 1.500 rúbricas. En muchos establecimientos y viviendas se han colocado pancartas anunciando que se están recogiendo firmas y exigiendo la solución del problema.
Ferrer ha mantenido contactos ya con responsables del Ayuntamiento, que le han indicado lo que saben de la iniciativa. Este periódico se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Tavernes, con la intención de hablar con la alcaldesa, Lara Romero, para saber si tiene algún tipo de comunicación con Adif o le ha llegado alguna noticia de las gestiones que se pueden estar realizando para revertir esta caótica situación.
Pero desde el consistorio sólo han indicado a LAS PROVINCIAS que la empresa quebró y que habrá que volver a licitar. Pese a todo, se solicitó hablar con alguien del gobierno local como el titular de Urbanismo, para conocer si tiene previsto algún tipo de reunión o llamada con Adif para hacer seguimiento del tema. Finalmente, el concejal nunca se puso en contacto con este periódico.
En Adif, tres cuartos de lo mismo, pese a solicitar información sobre la situación de esta estación, desde el servicio de prensa no han dado respuesta a la pregunta formulada: ¿En qué situación está la obra y qué piensa hacer Adif?. Mientras Ferrer y otros vecinos siguen recogiendo firmas y tienen previsto presentarlas en todas las administraciones.
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