Gandia traslada la escultura de Antoni Miró al Parc del País Valencià tras un año de litigios

Ningún rastro queda ya de la 'Batalla de Almansa' en la rotonda de la Avenida de Valencia de Gandia. Desde las seis de la mañana los operarios estuvieron ayer desmantelando la escultura '25 d'Abril. 1707' del artista alcoyano Antoni Miró para trasladarla al Parc del País Valencià, junto al aparcamiento de Roís de Corella.

Los soldadores han sesgado las lanzas, han separado en dos trozos la obra de 30 toneladas y, con radiales y realizando sopletes, han serrado los anclajes. A través de una grúa de grandes dimensiones, han cargado las pesadas piezas de hierro en un camión. Estas, ya en el Parc del País Valencià, se irán ensamblando a lo largo del día de hoy.

El juez dio la razón a Torró

Una sentencia judicial avala al alcalde de la ciudad, Arturo Torró, para reubicar el conjunto escultórico después de que el autor le llevara a los tribunales al considerar que no se habían respetado sus derechos.

Tras un año de litigios, ganó el dirigente popular. Sin embargo, se le abren nuevos frentes desde la izquierda. Antoni Miró se desplazó ayer por la mañana a Gandia tras conocer por casualidad que su obra se estaba cambiando de lugar después de haber estado instalada siete años.

El artista, en compañía de su abogado, Joan Llinares, formalizó una denuncia en el juzgado de guardia contra el gobierno municipal alegando dos motivos. En primer lugar, por «daños» a la escultura porque «los sistemas que se han utilizado para el traslado han sido destructivos». Llinares lamentó que se ha troceado la obra y se han cortado algunos elementos, «por lo que las piezas no se podrán instalar de la misma manera».

La segunda parte de la demanda alude a la vulneración de uno de los condicionantes que constaba en el expediente administrativo del Ayuntamiento, el cual remarcaba que estos trabajos debían realizarse bajo la dirección técnica del escultor. Sin embargo, según el letrado, «nadie ha avisado a Miró».

Un par de horas antes, fue la oposición (PSPV y Compromís) y Esquerra Republicana quienes interpusieron una denuncia en similares términos y también en los mismos juzgados. Solicitaron la paralización cautelar inmediata de los trabajos. EUPV en Les Corts y Acció Cultural alertaron de que el primer edil «protagoniza un acto más de prepotencia», y «culmina el despropósito» de sustituir la obra a pesar de la oposición del artista y «de la sociedad civil».

Desde el gobierno, sin embargo, aseguran que un dispositivo especial, establecido en el proyecto técnico, ha garantizado que la escultura no sufriera ningún daño durante su desmontaje y traslado. «Se han establecido todos los parámetros de protección y de desmontaje de las estructuras, y se ha supervisado en todo momento por los técnicos».

En definitiva, según los populares, se ha cumplido con los trámites pertinentes para realizar el emplazamiento de la obra, «tal y como indicó el propio juez al señalar que no existía ningún riesgo de daño en el desplazamiento hasta el Parc del País Valencià».

El gobierno cambia la escultura de sitio para «dignificarla» en un espacio abierto y de fácil acceso; para evitar el peligro de los conductores; y porque es una obra que no entienden «los madrileños», según llegó a expresar el propio Torró.

Los partidos de izquierda y diferentes asociaciones culturales enseñaron las garras desde el primer momento en que el alcalde comunicó su decisión de trasladar la escultura. Llegó a crearse la Plataforma per la Cultura para frenar las pretensiones del ejecutivo popular y se convocaron varias protestas.

El enfrentamiento entre el alcalde y Antoni Miró no sólo se ha trasladado a los tribunales. Torró le acusó de ser «un catalanista» y de «esconder» la bandera «cuatribarrada de Cataluña» en el entramado escultórico. Sin embargo, el artista aseguró que lo que reivindica son los fueros valencianos y la memoria de la Batalla de Almansa.