GENÍS BENAVENT
Miércoles, 9 de julio 2014, 00:01
Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Alicante dirigido por Ignasi Grau ha hallado restos de un poblado íbero en el Tossal del Morquí, entre los términos de Llocnou de Sant Jeroni y Terrateig. Concretamente, en el antiguo camino que unía Xàtiva y Dénia.
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El yacimiento, de más de cinco hectáreas es, por tamaño y época, el descubrimiento íbero más importante realizado en las comarcas de La Safor y la Vall d'Albaida.
Los materiales encontrados reflejan una larga secuencia de ocupación comprendida entre los siglos VIII y III a.C. El lugar también presenta otra fase posterior de época medieval, momento en el que se establece en el Tossal una pequeña fortificación, según explicó el arqueólogo Salvador Cloquell.
Entre los tesoros arqueológicos se hallan un poblado y tramos de una muralla. Estos poblados fortificados, también llamados Oppidum se situaban en lugares elevados, colinas o mesetas.
Este, en concreto, tenía como fin controlar el acceso de las mercaderías así como toda la distribución de productos que se hacía tanto en una comarca como en la otra. Su situación elevada permitía que una pequeña aristocracia local pudiese tener un mayor control de poder por todo el territorio.
Se pueden apreciar restos de un territorio en el que se distinguen plataformas antiguas y plantas de lo que podrían ser antiguos edificios y viviendas de la época. También hay vestigios de una clase social rica como de otra menos aventajada.
Entre las más de cuarenta piezas descubiertas hay cerámicas romanas de barniz negro producidas en la zona del Golfo de Nápoles y ánforas fenicias del siglo VIII a.C. procedentes de las primeras importaciones mediterráneas en Hispania. En estos momentos, estos fragmentos se encuentran en un proceso de restauración y limpieza.
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Inicios de las catas
Las excavaciones han sido autorizadas por la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat Valenciana y cuentan con el soporte de los Ayuntamientos de Terrateig y Llocnou de Sant Jeroni. El equipo de arqueólogos de la Universidad de Alicante y algunos colaboradores iniciaron investigaciones de campo el pasado mes de abril.
Tras un devastador incendio que hubo el pasado año y las fuertes precipitaciones sobre este territorio se empezó a descubir lo que parecían los restos de unas fortificaciones y la planta de un edificio que quedaba a la vista. Los arqueólogos dirigidos por Ignasi Grau empezaron su investigación con sondeos sobre la zona. En un principio el equipo contaba con que habría indicios de alguna pequeña población.
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Este importante yacimiento solamente era conocido por hallazgos aislados y por colecciones en manos de aficionados locales, pero hasta el momento no había sido realizada ninguna excavación arqueológica. Finalmente se dieron cuenta del «impresionante» hallazgo que había en la zona.
Hasta el momento se ha realizado una prospección arqueológica intensiva para reconocer los distintos sectores habitados en la antigüedad y conocer la cronología exacta de este enclave.
Se ha excavado en dos sectores en los cuales surgían a la superficie estructuras antiguas que estaban en peligro por su exposición a la intemperie. Entre estas habría que mencionar un sólido edificio aislado, que destacaría entre el resto de las construcciones del Tossal del Morqui. Estos óptimos resultados alientan la ejecución de nuevos trabajos de campo para el próximo año. La comarca vuelve a reencontrarse con un importante capítulo de su pasado.
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