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Lunes, 29 de agosto 2016, 23:22
Las urbanizaciones de la Safor sufren un aislamiento en cuanto a la prevención de incendios forestales, con una ausencia de los medios adecuados para prevenirlos. Son muchos los núcleos urbanos de montaña en esta situación, especialmente la urbanización Cirilo, en la sierra Falconera de Gandia, «que posee graves deficiencias que pondrían en peligro a viviendas y personas».
Así lo considera la Asociación para la Prevención y Extinción de Incendios Forestales (APEIF), una entidad que se formó hace dos años y que agrupa a una decena de voluntarios que luchan por salvaguardar los bosques de la zona.
El presidente de APEIF, Salvador Palomares, afirmó que la comarca de la Safor carece de medios humanos y materiales para combatir los incendios forestales. «En el momento en que se desata fuego en la zona, hay que llamar a bomberos de otras localidades, como Xàtiva u Ontinyent, ya que no contamos con ninguna brigada de emergencia de la Generalitat en la comarca de manera fija», declaró.
A pesar de que hay zonas que están vigiladas, como es el caso del Mondúver, que posee un vigilante durante las 24 horas del día, esto es «insuficiente» para Palomares, quien agregó que las zonas sin control son mucho más superiores que las que se vigilan.
Las urbanizaciones gandienses, el distrito de Marxuquera o municipios como Barx no tienen un perímetro de seguridad ni rutas de acceso para evacuar las zonas. «El caso de Cirilo es muy grave, pero no es el único, la mayoría de distritos de la comarca se encuentran en esta grave situación. Esta zona no posee vías de escape. En el caso de que hubiera algún incendio, evacuar a los vecinos sería todo un caos», explicó el presidente de APEIF.
Además, Palomares aseguró que con una buena silvicultura esto no ocurriría. Desde APEIF señalaron que se han puesto en contacto con los alcaldes de diferentes localidades de la comarca con el objetivo de obtener ayuda para salvaguardar esa zona y concienciarles de la necesidad de la limpieza de los bosques.
Falta de presupuesto
«La respuesta que siempre obtenemos es que no hay suficiente dinero para realizar estas importantes labores. Sin embargo en el momento en que hay una desgracia se gasta muchísimo más dinero. Tendría que cambiar la tendencia, gastar más en prevenir para no tener que gastar tanto en extinguir»,
Durante los dos años que lleva colaborando APEIF en la Safor, el presidente asegura que no han ocurrido tantas desgracias forestales como podían haber sucedido. «Estamos teniendo suerte porque hay pocos incendios en comparación con los que podría haber».
«La montaña está muy seca y cualquier fuego se propagaría con mucha rapidez. Además, si todo está sucio y el clima no ayuda, los incendios son muy probables. El tiempo caluroso no lo podemos cambiar, pero sí podemos limpiar las zonas afectadas», señaló.
Entre los años 2013 y 2014 la zona de la Safor y alrededores atravesó su época más crítica en cuanto a los incendios forestales. «Se quemaron 3.000 hectáreas, fue ahí cuando decidimos crear la asociación. Si ahora hay un incendio sería un desastre, ya que no poseemos los medios adecuados, además de la sequedad de los bosques y el mal estado por su abandono». «Si no se hace algo contra esta situación, puede ocurrir una desgracia como ocurrió en Carcaixent hace poco, que afectó a más de 2.000 hectáreas», aseguró el presidente de APEIF.
Los voluntarios de la asociación no sólo acuden a los fuegos de la comarca, sino que también colaboran en cualquiera de las zonas cercanas. «Siempre que nos enteramos de catástrofes en la zona acudimos, nos presentamos al jefe de bomberos y comenzamos a colaborar apagando el fuego. No importa que no sea en la Safor, siempre que podamos aportar algo lo aportamos». Respecto a los cauces de los ríos, el presidente de la asociación medioambiental señaló que la situación del río Vaca y del Serpis es muy crítico. «Es importante que la CHJ realice una limpieza exhaustiva de los afluentes».
«La abundancia de cañas, además de los inconvenientes que generan porque retienen agua y luego esta baja en forma de ola, favorece los incendios, ya que es muy susceptible al fuego. Una vez arde, la caña es muy difícil de apagar», concluyó Palomares. Además, el 70% del espacio forestal del término municipal de Gandia está en manos de la propiedad privada. Muchos de estos espacios son pinadas con abundante vegetación, y no han sido limpiados en años.El presidente de APEIF dijo, que la única manera de solucionar los icnendios es creando conciencia en la población.
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