

Secciones
Servicios
Destacamos
ZOA SANZ
Viernes, 9 de septiembre 2016, 23:33
El habitante de la playa de Gandia que quiera reformarse la cocina, la fachada de la vivienda o renovar el cuarto de baño no podrá acometer la obra en pleno verano para evitar molestias a los vecinos. Si desea realizar demoliciones o cambios que afecten a la estructura del edificio, no le quedará otra alternativa que ponerse con ello antes de julio o después de agosto.
De lo contrario, se enfrentará a la clausura de los trabajos y a una sanción que puede oscilar entre los 500 y los 3.000 euros, dependiendo de la gravedad. El Ayuntamiento de Gandia ha modificado la ordenanza reguladora de las Declaraciones Responsables, Comunicaciones, Licencias Urbanísticas y Licencias Ambientales, a instancias del gobierno y con el visto bueno de todos los partidos políticos en la comisión de Urbanismo. La finalidad: paliar el ruido en el distrito marítimo durante la temporada estival.
Gandia no es pionera en aplicar esta norma, ya que otros municipios turísticos también la han puesto en marcha. Si bien hace unos meses, el ejecutivo ya prohibió la ejecución de obras públicas y privadas de envergadura en la playa, ahora la normativa se extiende a los trabajos domésticos.
Ahora bien, si alguna de esas obras queda justificada en el departamento de Urbanismo por cuestiones de seguridad, peligro o de necesidad social, se podría dar el permiso. Precisamente, esto es lo que ocurrió hace un par de semanas en el Parc de Sant Felip, detrás de los apartamentos Sant Jordi. El consistorio hizo una excepción debido a que la actuación de mejora era necesaria debido a que por allí iba a pasar la Vuelta Ciclista a España. El gobierno ya anunció desde el principio de legislatura que iba a tener «tolerancia cero» con el ruido y a lo largo del verano se ha intensificado el control para tratar de erradicar el botellón, el jaleo a la salida de los pubs y discotecas y que se incumpliera el horario de cierre de los establecimientos hosteleros.
Maquinaria
La nueva normativa delimita durante todo el año tanto en Gandia como en la playa que el nivel de sonido que genere la maquinaria de obra no podrá superar los 90 decibelios. También regula el horario de los trabajos con el fin de evitar, por ejemplo, el estruendo de una taladradora a las ocho de la mañana. Las empresas y particulares deberán presentar un plan de obra y junto a él una explicación de las actuaciones que más ruido generan. El coordinador general de Urbanismo en el Ayuntamiento de Gandia, Vicent Mascarell, informó ayer de todo ello y explicó: «El ruido no se puede eliminar, pero se puede actar. Una hormigonera no podrá trabajar a las ocho de la mañana, pero sí podrá hacerlo a las doce del mediodía».
El responsable de Urbanismo manifestó que se ha tomado esta medida tras las polémicas obras realizadas en pleno verano en un edificio de la calle Mare Nostrum de la playa y constatar que no existía ninguna normativa municipal que sancionara la ejecución de este tipo de trabajos en una zona turística durante la campaña estival.
El control en materia acústica no se queda sólo en las actuaciones urbanísticas sino que también llega al tráfico: no van a poder circular camiones y vechículos pesados en verano por el distrito marítimo a no ser que haya una justificación.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Crece la familia del reptilario de Cabárceno
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.