Abren la carretera que une Oliva y Piles para 12.000 vehículos tras 15 años de espera

La nueva carretera entre Piles y Oliva, un tramo de la Nazaret-Oliva (CV-670) en la Safor, ya ha entrado en funcionamiento. Se trata de una de las mejoras en infraestructuras más esperadas en la comarca y que ha costado 15 años de reclamaciones y casi tres de obras y trámites administrativos para que comenzara el proceso.

La vía, que soporta un paso de más de 12.000 vehículos al día, es uno de los trazados más utilizados en la Safor por los conductores al unir el tramo sur de la CV-670 y la localidad de Oliva. Esta vía desde su paso por el puerto de Gandia reúne un importante volumen de tráfico al ser la única carretera que une la capital de la Safor con las poblaciones de la costa de la comarca: Daimús, Guardamar, Miramar, Piles y Oliva. 

Oliva cuenta con acceso a la N-332 y a la AP-7, por lo que la carretera de Piles es muy empleada por los vecinos del resto de poblaciones del litoral para acceder a vías de más capacidad o recurrir a servicios de Oliva. Este alto nivel de tráfico, cifrado en más de 12.000 vehículos por la misma Diputación de Valencia, es lo que ha hecho que las últimas décadas quedara patente la necesidad de reformar y ampliar la vía.

La antigua carretera carecía de arcenes y presentaba cierta peligrosidad, al contar con ciertas curvas y al existir acequias a los lados de la vía que generaban desnivel. De hecho, cada año eran varios los turismos que se salían de la carretera al contar con el espacio justo para circular.

La carretera ha albergado este fin de semana los primeros vehículos que han transitado por ella en un año, lo que han durado las obras. Los trabajos tenían que haber comenzado mucho antes, en 2021. La Diputación de Valencia, titular de la vía y quien ha financiado los trabajos, tenía previsto comenzar las obras hace 24 meses, como anunció en 2020. Ese año se informó del inicio de expropiación de terrenos. Pero la obra no arrancó en 2021, como estaba previsto, sino tras el verano de 2022, con más de un año de retraso.

Esta demora se debió a la renuncia de la contrata por parte de la primera empresa concesionaria. La UTE que se hizo con los trabajos durante el pasado año, renunció y antes del verano de 2022 hubo que sacar a concurso las obras.

Ahora, la nueva carretera cuenta con carriles más amplios, arcenes, carril bici e incluso una vía de servicio. La vía dispone de 15 metros de anchura. Este tramo es ahora más seguro. Además de la ampliación de carriles, está el camino de servicio lateral, para evitar los accesos perpendiculares directos a las parcelas agrícolas.

Además, se ha habilitado un mejor sistema de drenaje contra las inundaciones, ya que la carretera generaba problemas en los períodos de lluvias fuertes. Todo esto, sumado a la falta de arcenes y los accesos directos a parcelas sin señalización alguna, generaba un alto índice de siniestralidad.

Las obras, con cargo a la Diputación de Valencia, estuvieron adjudicadas a la empresa de Oliva Pavasal, y han tenido un coste de 2.169.948 euros. El proyecto se aprobó en 2009, se reanudó en 2015 y se impulsó definitivamente en 2019, hace casi 15 años, aunque las primeras reclamaciones arrancaron muchos años antes.

En la apertura de la vía al tráfico han estado presentes las alcaldesas de Oliva y Piles, Yolanda Pastor y Cristina Fornet, así como la vicepresidenta de la Diputación de Valencia, Reme Mazzolari. Las primeras ediles han destacado la importancia de recuperar el tráfico por esta carretera y la relevancia de que Piles y Oliva estén unidas por la Nazaret-Oliva, que facilita la llegada a la Ciudad Condal de vecinos de otras localidades como Miramar o Guardamar. Pero esta carretera, además, permite el acceso a decenas de propietarios de terrenos de cultivo entre ambas localidades.

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