La carabela portuguesa obliga a la policía de Gandia a vigilar playas en ausencia de Cruz Roja

Menos de 24 horas después de que se detectara la presencia de la primera carabela portuguesa en las playas de Gandia, el Ayuntamiento ha activado un nuevo protocolo específico para el litoral de la capital de la Safor. Las nuevas normas implican a la Policía Local en el servicio de vigilancia y atención al bañista, que asumirá estas funciones en ausencia de Cruz Roja.

De este modo, desde las 20 horas hasta las 10.30 del día siguiente, serán los agentes que circulan en quad por la arena quienes velen por la seguridad de los bañistas. Del mismo modo, la bandera de alerta de medusas, una de color blanco con el dibujo de dos de estas especies, seguirá ondeando en la playa durante toda la noche si existe riesgo por la presencia de estos peligrosos ejemplares.

El Consistorio se movilizó este jueves rápidamente tras la alerta creada el miércoles por la tarde por la presencia de una carabela portuguesa en la orilla del mar. Este ejemplar de 'falsa medusa' apareció en la playa Nord en el tramo del litoral que comprende desde el edificio Manila hasta el President y obligó a prohibir el baño durante unas horas e izar la bandera roja.

Una reunión convocó este jueves a todos los agentes implicados. En este foro participaron los representantes del servicio de salvamento y socorrismo de Cruz Roja; el patrón de la Cofradía de Pescadores de Gandia, Domingo Ciurana; técnicos del departamento de Turismo; y el presidente de la junta de distrito del Grau y playa, Miguel Ángel Picornell. Además del oficial encargado de los quads de la Policía Local, Rafael Chaveli; el jefe de la Policía Local, Marc Cuesta, y la edil de Seguridad Ciudadana, Àngels Pérez.

Todos ellos establecieron un protocolo de actuación siguiendo las recomendaciones del Consell y del Instituto de Ecología Litoral, pero intentaron ajustar todas las sugerencias y adaptarlas a las características de la playa de Gandia con el objetivo de garantizar la máxima seguridad posible.

Según explicó la edil de Seguridad Ciudadana, cuando se detecte algún banco de medusas o cualquier carabela portuguesa, bajo la bandera de color que determina si se prohibe o no el baño, se izará otra blanca con el distintivo de la medusa para que los bañistas conozcan de primera mano la presencia de estos peligrosos ejemplares. Únicamente esta bandera que alerta de la peligrosidad de las carabelas portuguesas se izará en el tramo donde se haya detectado la presencia de los hidrozoos.

Los agentes de los quads de la Policía Local tomarán el testigo de Cruz Roja cuando estos terminen su servicio a las 20 horas. Será entonces cuando los efectivos policiales se encarguen de la vigilancia y mantendrán la bandera de alerta si es necesario por la peligrosidad.

Tras esta cita convocada de urgencia, Pérez señaló que el próximo paso es redactar un documento específico para Gandia donde se reflejará todos los acuerdos alcanzados. Este texto se enviará a todos los agentes implicados, así como a las empresas que se dedican a actividades acuáticas para que tengan constancia de las actuaciones y se actúe de manera conjunta en caso de que aparezcan nuevos ejemplares de hidrozoos.

La concejal de Seguridad Ciudadana quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a toda la ciudadanía y señaló que la aparición de una carabela portuguesa el miércoles fue un caso puntual. «Gandia es una playa muy tranquila, segura, tenemos a los mejores socorristas y profesionales, y como se ha comprobado, estamos preparados para actuar ante el mínimo avistamiento de medusas», indicó Pérez.

Desde el Consistorio también recordaron los principales consejos en caso de sufrir una picadura de este hidrozoo: se recomienda no tocar el ejemplar, no rascarse la zona afectada, no refrescar la herida con agua dulce porque puede incrementar el dolor y acudir inmediatamente a la posta sanitaria para ser atendidos.

La Cofradía de Pescadores de Gandia tiene también un papel importante en esta reunión, ya que son las embarcaciones del puerto las primeras que pueden detectar la presencia de alguna 'falsa medusa' cuando salen a faenar.

De hecho, desde hace años, la cofradía y el Ayuntamiento tienen un convenio por el que los pescadores ayudan a la retirada de medusas que se encuentran cuando navegan por el litoral de las playas de la capital de la Safor.