Un colegio de Tavernes lleva 40 años con los alumnos repartidos en dos aularios por falta de espacio

Un colegio de Tavernes de la Valldigna lleva cuatro décadas con los alumnos repartidos en dos espacios. Se trata de los 180 alumnos el centro Sant Miquel, donde se imparten enseñanzas de Infantil y Primaria. Este colegio está ubicado en el barrio del Cantalot y son muchas las demandas de mejoras y ampliación que han pedido las familias en estos últimos años. Una parte de los estudiantes está en el recinto de la calle Sant Miquel, mientras que los de Infantil, están dos calles más arriba, en otro aulario en la calle Sant Benet, así desde los años 80 del siglo XX.

El Ayuntamiento de Tavernes se ha sumado al Pla Edificant del Consell, mediante el cual los Consistorios asumen la competencia de este tipo de obras pero es Educación de la Generalitat quien va haciendo los pagos. Esto permitirá unir a todos los estudiantes en un único centro, donde está el actual Sant Miquel y que los niños de entre 2 y 5 años acudan a este colegio y dejen el aulario que llevan décadas utilizando. Todo con una inversión de 4,5 millones.

En la ciudad vallera hay que actuar en un total de cuatro colegios y el Instituto Jame II, pero se empieza por el Sant Miquel por las deficiencias que sufre y la falta de espacios hoy imprescindibles, como un gimnasio por ejemplo. El Sant Miquel está ubicado en el Cantalot, entre las calle Sant Miquel y Sant Josep. El centro es muy viejo, de hecho cuenta hasta con un edificio de viviendas para maestros, de los que dejaron de utilizarse hace muchas décadas.

La parcela dispone del edificio principal, donde están los alumnos de Primaria, los despachos y algunas dependencias comunes, pero le faltan aulas y más salas para laboratorios. Esto es lo que hace “urgente” su ampliación y su “unificación”, como ha indicado el concejal de Urbanismo de Tavernes, Josep Llàcer. “En estos momentos, del edificio de las casas de los maestros sólo se pude utilizar la planta baja, ya que el resto no es accesible”, ha precisado el edil de Compromís.

Por ello, este inmueble se va a demoler. El proyecto en la parcela cuadrada del Sant Miquel, que también recae en las calle Cantalot y del Portalet, prevé “una actuación ambiciosa”, ha señalado Llàcer. En estos momentos el colegio cuenta con planta baja y dos alturas. “El plan de obra contempla la ampliación hacia los dos laterales del edificio, además de crear una nueva planta, pasando a sí a un total de cuatro alturas, contando la parte baja”, ha añadido.

Esto permitirá crear más aulas y dotar de nuevos espacios al centro, sobre todo para habilitar espacios educativos, laboratorios y salas de usos múltiples, pero también para dotarlo de despachos para profesores acordes a las necesidades actuales y salas de reunión y atención a las familias. Pero también está prevista la renovación integral del centro, ya que prácticamente se edificará uno nuevo partiendo del actual.

Por todo ello, el Ayuntamiento está trabajando ya en una parcela cercana a la montaña donde ubicar a los alumnos en aulas prefabricadas mientras duren los trabajos. Los alumnos del Sant Miquel, pero sólo los de Primaria, hasta sexto curso, se trasladarán a un centro provisional que se colocará en la calle Benifairó, “un tramo de montaña que es suelo deportivo y dotacional”. Ahí se creará una pista deportiva y junto a ella se colocarán uno “15 barracones”. “Sólo irán los estudiantes de Primaria, ya que los de Infantil saldrán de su aulario actual cuando tengan que ir al centro nuevo”, ha precisado Llàcer.

Esta actuación también requiere trámites. En estos momentos se está en fase de redacción de los estudios geotécnicos, un paso imprescindible en Tavernes para la reforma de los centros. Este trámite se licitará para todos los colegios y el instituto que se pretende ampliar y rehabilitar, con el fin de acelerar trámites. En Tavernes se quiere actuar en el IES Jaume II y en los colegios Divina Aurora, Magraner y Alfàndec, además del Sant Miquel.

Llàcer ha explicado que las previsiones que maneja el Consistorio indican que las obras podrían comenzar en septiembre de 2023. “En estos momentos se trabaja para adjudicar la redacción del proyecto y la dirección de obra, con la intención de que el primer semestre de 2023 se pueda contratar con alguna de las empresas que opten a los trabajos. Si todo sale como está previsto las aulas prefabricadas que instalarán durante el verano del próximo año y los alumnos comenzarán el curso 23/24 en el colegio provisional y arrancarán las obras de ampliación del colegio Sant Miquel”, ha finalizado el edil.

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