Cultura ignoró en diciembre de 2019 un informe que alertaba de daños en el monasterio de Simat

simat. El arquitecto conservador del Monestir de Santa Maria de la Valldigna alertó hace un año al Consell de los desprendimientos producidos en el cenobio del siglo XIII, así como de otros daños. En conversaciones posteriores se ha urgido a la Dirección General de Patrimonio a actuar en el recinto de origen gótico, con el fin de paliar el deterioro y reponer las piezas centenarias que se desplomaron y que aún siguen en el suelo, casi doce meses después.

El Consell, por su parte, ha anunciado justo ahora inversiones urgentes a finales de este año y 2021, un total de 300.000 euros. El Monasterio cerró sus puertas en marzo ante el estado de alarma, pero el paso de los meses no ha permitido su reapertura. Desde el Consell alegan que está clausurado por los desprendimientos.

La llamada de alerta al Consell ante el mal estado del Monasterio se produjo en diciembre pasado, como aseguró Salvador Vila Ferrer, responsable de la conservación del edificio, pero el conjunto siguió recibiendo visitas hasta el inicio de la pandemia, a excepción de la zona del Claustro.

El viento de uno de los temporales hace un año derribó uno de los arcos en pie del claustro del siglo XV, un conjunto que apareció en las excavaciones realizadas hace décadas entre la iglesia barroca y la sala capitular. En su informe para el Consell, Vila detalló que fueron «una decena las dovelas que cayeron al suelo» por las embestidas de aire. El arco tiene una cuerda de unos tres metros y «se puede reparar con facilidad», indicó. «Todas las piezas están allí, en el suelo desde hace un año, sólo protegidas con unas vallas», agregó el arquitecto y conservador.

El experto en inmuebles históricos explicó, además, que el documento que redactó relataba que los «vientos en estos días fueron de más de 40 kilómetros por hora y derribaron el monumento», ya que sólo se encontraba la crucería del arco. Le faltaba la plementería para reforzarlo.

Vila aseveró que dentro de sus obligaciones de arquitecto conservador de Santa Maria está la de redactar informes «ante cualquier incidencia» y velar por el buen desarrollo de los trabajos de restauración que se desarrollen en el Monestir, «aunque hace tres años que no se actúa en el cenobio».

El experto indicó que confía en que el Consell impulse cuanto antes trabajos para reponer las piezas. Dijo que su documento no obtuvo respuesta por escrito, pero que sí que ha hablado sobre este tema en varias ocasiones con responsables de la Dirección General de Patrimonio.

El arco afectado se montó en 2006, tras aparecer los restos del claustro en las excavaciones que se hicieron en los huertos que cubrían buena parte del monasterio. «Hace 14 años que se unieron las piezas y se conformó el arco del siglo XV», precisó el conservador de Santa Maria.

El Monasterio está cerrado al público y sólo alberga algunos actos del Centre Internacional de Música Medieval de la Valldigna, en la Almàssera, siempre con permisos del Consell para cualquier actividad. El Consell, por su parte, anunció justo ayer una inversión de 300.000 euros en un primer bloque de actuaciones en el Monestir.

La secretaria autonómica de Cultura y Deporte, Raquel Tamarit, y la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, se reunieron con representantes de la Mancomunitat de la Valldigna para explicarles las actuaciones programadas. Habrá actuaciones de emergencia; actuaciones de mantenimiento y funcionamiento; obras de accesibilidad, y la elaboración de un proyecto integral de actuaciones de recuperación patrimonial.

En cuanto a las actuaciones de emergencia, consisten en retirar la vegetación en puntos de los edificios monumentales como es el caso del campanario, donde crece una higuera, o el refuerzo de la escayola de la iglesia. La previsión es que se inicie a principios de noviembre con un coste de 50.000 euros.

En cuanto a las actuaciones para el mantenimiento de los edificios, se trata de elementos de mejora como la detección y solución de goteras o el acondicionamiento del cuadro eléctrico. Estas medidas están programadas para noviembre con un coste de más de 50.000 euros, tras años de olvido del recinto.

Durante los primeros meses de 2021 se procederá a realizar las obras de accesibilidad para garantizar la apertura del monasterio. Estas mejoras supondrán una inversión de 200.000 euros por parte de Cultura de la Generalitat