El acusado por la muerte del cofrade de Gandia, a juicio y se enfrenta a 30 años de cárcel

El joven encarcelado hace ahora año y medio por, supuestamente, acabar con la vida del cofrade de Gandia tras asestarle golpes y torturarle para robarle en su propia casa irá a juicio. La investigación del caso ya se ha cerrado, tras un año de trámites y una prórroga de seis meses. Ahora, el juez que ha instruido este asunto abre proceso judicial y deriva el caso a la Audiencia Provincial de Valencia. El juicio se llevará a cabo mediante el sistema de jurado y el joven pasa, por tanto, a ser acusado y se enfrenta a hasta 30 años de cárcel.

En la capital se realizará el juicio, ya que como estipula la normativa los casos vinculados a homicidios o asesinatos deben celebrarse en esta instancia y con la presencia de jurado. En cualquier caso la investigación ya se ha cerrado y del informe que se ha redactado en Gandia han aflorado nuevos datos del caso. Fiscalía pide un total de 22 años de cárcel, 18 por homicidio y cuatro por robo, la acusación particular, la familia, solicita 30. En este caso 25 por un delito de asesinato y cinco por robo.

Los hechos tuvieron lugar el 17 de febrero de 2021, cuando el detenido acudió a casa de la víctima a realizar algunas reparaciones domésticas, algo que, al parecer, ya habría realizado con anterioridad al existir entre ambos una amistad. La víctima era un conocido cofrade de la hermandad Jesús Nazareno de Gandia y estaba vinculado a oenegés como Cáritas y Cruz Roja. Tenía 67 años cuando perdió la vida en su propio hogar.

El joven que habría acabado con la vida del cofrade tiene ahora 31 años y fue arrestado a las pocas semanas de que apareciera el cadáver. El cuerpo fue hallado por algunos familiares que acudieron a la casa al ver no tener noticias de la víctima y ver que había salido de grupos de aplicaciones de mensajería y había borrado algunos mensajes.

La investigación dio con el presunto asesino a las pocas semanas, por las pistas que fue dejando. El joven que tenía 29 años en ese momento, acudió a la casa ese día para instalar una antena y, al parecer, acompañó a la víctima a una conocida tienda de Gandia a comprar los materiales. Después de los trabajos ambos habrían comido.

Pero según el documento de los juzgados de Gandia el chico ató al cofrade a la cama para forzarle a revelar las claves de las tarjetas de crédito. Hasta el momento se sabía que le ató las manos con bridas, pero de la instrucción se ha conocido que también le ató los “pies a la pata de la cama y le puso una prenda de vestir en la boca”, todo para inmovilizarlo e impedir que se le oyera.

En esos momentos, además de golpearle y apretarle en el cuello para intentar conocer sus claves bancarias, el chico registró la casa “buscando objetos de valor”. Se llevó tres tarjetas de crédito de las que comenzó a gastar miles de euros sin miramiento. El chico al parecer también quería los datos para acceder a las cuentas bancarias del cofrade, algo que todo indica que no obtuvo.

Nada más salir de la casa, el joven ya sacó dinero en un cajero de Gandia y se llevó las llaves de la vivienda y del coche, con el que se fue a Valencia, donde residía con su novia. Allí hizo gasto en tiendas de todo tipo, compró en locales de telefonía, de deporte y hasta de maquillaje y cosmética para su novia. En sus primeras declaraciones afirmó que el turismo se lo llevó por encargo de la víctima para repararle algunas averías, algo que se ha demostrado que fue así.

También aseguró que cuando salió de la vivienda el cofrade estaba vivo. Es más en sus asistencias ante el juez ha indicado que en la comida y en la sobremesa hubo un tercer hombre. Pero, precisamente la prórroga de la investigación se dedicado en parte a buscar a esa supuesta persona, pero las investigaciones policiales han descartado ese argumento tras comprobar ubicaciones de teléfonos móviles y ver que ese otro chico no estaba en Gandia ni cerca de la ciudad. El joven ha negado siempre que acabara con la vida del cofrade.

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