La falta de autobuses entre Oliva y Gandia deja sin servicio a más de 420 usuarios a la semana

Las carencias que presenta la línea de autobús entre Oliva y Gandia, la CV-114, hace que más de 420 usuarios no puedan hacer uso cada semana de este servicio que une la Ciudad Condal con la capital de la Safor. El problema viene de lejos. El servicio está inmerso en un contencioso administrativo, ya que el Consell intentó renovar la concesión y modernizar el servicio, pero una de las empresas aspirantes al contrato judicializó el proceso.

Esto ha conllevado que, desde 2019, la mercantil que gestionaba la línea hasta ese momento siga haciéndolo de forma provisional, eso sí, bajo mínimos, como denunció ayer el concejal del Ayuntamiento de Oliva Josep Escrivà. El edil de Compromís indicó que la línea tendría que tener en activo 16 viajes diarios, de los que sólo hay seis.

"La empresa que presta el servicio obtiene poco o ningún beneficio ante el aumento del coste de la vida, ya que su contrato es de hace décadas y está mediante una prórroga", precisó. Por este motivo, la empresa de viajes, que venía haciendo ocho trayectos al día, ha recortado a seis, con el fin de evitar las pérdidas. El portavoz nacionalista en el consistorio reconoció que en 2018, el Consell trabajó por modernizar este servicio y aumentar la frecuencia, pero que por desgracia, el proceso acabó en los juzgados ante la reclamación de una empresa.

La línea CV-114 hasta 2016 tenía 107.700 usuarios, pero en 2018 la estimación era de casi 133.000. De ahí, que se establecieran 16 viajes diarios y que un total de 426 personas no puedan acceder al servicio entre las poblaciones cada semana.

Esto ha hecho que el proceso lleve en el limbo ya "cuatro años". "Los vecinos de Oliva, y los de Pego, desde donde viene la línea, necesitan una conexión para ir a Gandia, para muchas cosas. Hay vecinos que necesitan ir al hospital, a los juzgados, a los servicios de empleo o a Hacienda y no cuentan con un transporte público".

En estos momentos "sólo seis viajes al día", que muchas veces no se sabe ni cuándo pasan. "La gente va a la parada y como no ven venir a los coches de línea se van. Esto es un círculo vicioso si cada vez hay menos servicio, menos gente lo quiere usar".

Pero Escrivà dijo que la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del consistorio es la "diligencia" que ha tenido la Conselleria de Política Territorial de habilitar un bus entre Gandia y Valencia para paliar los "retrasos o las cancelaciones de la línea de Cercanías".

Caso de Cercanías

El edil dijo que entiende que es una "decisión acertada" habilitar un bus alternativo a la línea de tren, aunque hay dos servicios de Cercanías por sentido cada día. Lo que no ven tan razonable es que no se "trate con la misma urgencia" la línea de bus de Oliva a Gandia. "Si en dos semanas han puesto en marcha un autobús por las quejas de los usuarios, en Oliva llevamos cuatro años con un servicio que no cumple con las necesidades de una población de más de 25.000 habitantes" y que cuenta con una importante afluencia turística en verano.

Por ello, la alcaldesa de Oliva, Yolanda Balaguer, ha reclamado una "reunión urgente" con el conseller Arcadi España. "La hemos pedido por correo y hemos hablado directamente con miembros de su gabinete. Oliva también merece una solución de urgencia ante una situación de emergencia".

Escrivà también argumentó motivos medioambientales: "Esta situación de falta de transporte público obliga a muchas familias a tener dos o tres turismos, o dos coches y una moto. Todo eso significa más contaminación y más tráfico en la ciudad", concluyó el portavoz local de Compromís.

• Temas
• Oliva
• Arcadi España