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Tavernes
Martes, 21 de abril 2020, 22:42
Los tres festivales que tienen previsto celebrarse este verano en la playa de Tavernes se mantienen de momento, aunque los promotores de los mismos están a la espera de las directrices que marque el Gobierno y las autoridades sanitarias sobre la celebración o no de este tipo de espectáculos en julio y agosto según la evolución de la pandemia.
El Octopus, Iboga Summer y Mediterránea siguen vendiendo entradas en sus páginas web mientras la celebración está en el aire a pesar de que faltan menos de tres meses para el debut del primero de ellos que está previsto del 17 al 20 de julio.
Andreu Piqueras, promotor del Octopus, señaló a LAS PROVINCIAS que la celebración está en «stand-by», aunque reconoció que «pinta mal porque a nivel internacional ya se están suspendiendo festivales». No obstante apuntó que «no queremos dar ni un paso adelante ni uno atrás porque no lo sabemos y lo primero es la salud y tenemos que asumir la situación».
Piqueras, que también es promotor del Medusa, añadió que lo mismo ocurre con los otros festivales de Tavernes y los de la Comunitat que se celebran en julio y agosto, con quienes están en permanente contacto así como con la Generalitat para valorar el panorama que se les presenta. «Seguimos el trabajo normal, aunque estamos a la espera», añadió.
El promotor del Octopus señaló que algunos eventos están cambiando la fecha al mes de octubre y otros a recintos cerrados, pero dejó claro que su festival «vende playa, experiencias y zona de acampada, por tanto, si no se celebra este verano, se aplazará a 2021».
También ve «complicada» la celebración de estos conciertos el edil de Promoción de Festivales, Josep Llácer, quien apuntó que aunque no hay ninguna comunicación oficial de los promotores «lo más probable es que se anulen». «Como se ha planteado la desescalada los festivales y las discotecas son los últimos en retomar la actividad», añadió Llácer ante un panorama incierto de eventos multitudinarios este verano.
El concejal también destacó el perjuicio económico que la cancelación podría tener en los negocios locales como bares, distribuidores, comercios o en los alquileres de apartamentos en estas fechas. El año pasado el Iboga reunió a 50.000 personas y el Mediterránea a 30.000 espectadores, a lo que este año se añadía el público del Octopus.
Desde Aceplat, Associació de Comerciants i Empresaris de la Platja de Tavernes, el presidente Santi Escrivá señaló que la cancelación haría «mucho daño» a los negocios. El empresario apuntó que sin festivales la facturación en los bares será un 30% inferior, si las condiciones son las normales este verano, pero «si hay restricciones de aforo podríamos hablar de un descenso del 60% respecto al año pasado».
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